“Los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores.” (Lc 2,16-18)
¡Santas fiestas de Navidad!
Dios está con nosotros,
atrayéndonos hacia una vida buena y feliz,
hacia la fe y la confianza en su salvación.
¡Vayamos a Belén, a ver al Mesías, y lo adoraremos!
Seamos, como los pastores, testigos del Evangelio de Jesús.
María y José nos enseñan a amarlo
y a ofrecerlo a todos, con nuestro testimonio de vida,
hecho de palabras y obras.
Jesús debe ser la alegría para el mundo. Lo necesitamos.
Hablemos de Él a todos, como lo hicieron los pastores.
Abandonemos la tristeza y la angustia, los miedos y desánimos.
Él trae Paz, ¡Él es la Paz!
Demos alegría y consuelo a todos los que nos rodean,
y hagámonos portadores de la auténtica paz y fraternidad
que Jesús hace nacer de nuevo en nuestros corazones.
La bondad nunca morirá. Es eterna.
¡Santa Navidad de Jesús a todos!
+Joan-Enric Vives, Arzobispo de Urgel