Los días 5 y 6 de octubre, en la Casa de colonias de AINA (Canillo-Principado de Andorra) tuvo lugar el encuentro diocesano de monitores y monitoras de esplais cristianos, que se agrupan en la FEMN (Fundación de Esplais Santa Maria de Núria) del Obispado de Urgell.
El sábado 5, en el Santuario-Basílica de la Virgen de Meritxell, celebraron la Eucaristía que presidieron el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives y el Sr. Obispo Coadjutor de Urgell, Mons. Josep Lluís Serrano. A su llegada al Santuario los Sres. Obispos pudieron saludar a los monitores y monitoras que acababan de llegar después de una ruta desde la Casa de Colonias Aina y pudieron intercambiar un diálogo con los responsables de la FEMN: su Presidente, Sr. Santi Amores; el Consiliario, Mn. Joan Pau Esteban; el nuevo Delegado de Juventud, Mn. Álex Vargas; y la Vicepresidenta, Queralt Campàs, del MCECC, (Movimiento de Centros de Esplai Cristianos Catalanes, federación de centros de educación en el ocio presentes en las diferentes diócesis catalanas y también en Mallorca y Menorca). Era la primera visita del nuevo Obispo Coadjutor al Santuario de Meritxell, y el Rector de Canillo y encargado del Santuario, Mn. Ramon Rosell, le dio la bienvenida y lo introdujo en la historia y los principales rasgos del Santuario-Basílica de la Patrona de Andorra.
La Eucaristía fue muy vivida y preparada por los monitores y monitoras. Presidida por el Arzobispo Joan-Enric y concelebrada por el Obispo coadjutor Josep Lluís, concelebraron el Consiliario de la FEMN, Mn. Joan Pau Esteban, Mn. Ramon Rosell, encargado del Santuario y Rector de Canillo y Mn. David Codina.
En su homilía, el Arzobispo Joan-Enric felicitó a los jóvenes por su labor de educación de niños, adolescentes y jóvenes en el ocio, una tarea a menudo no suficientemente valorada y les animó a educarlos desde el punto de vista integral: humanista pero también sin renunciar a la dimensión espiritual cristiana. Recordando el Evangelio «si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos«, animó a los monitores y monitoras a saber educar a los niños, adolescentes y jóvenes, porque para ellos son un referente, y destacó el valor del acompañamiento en todas las dimensiones de su crecer como hombres y mujeres. Finalmente les exhortó a tener tres actitudes fundamentales que nos habían recordado las «temporas de acción de gracias»: saber agradecer los dones recibidos, pedir perdón, e interceder por el nuevo curso que comienza. En este sentido les animó a saber valorar lo que habían hecho en las colonias y centros de esparcimiento, toda la actividad llevada a cabo, con unos ojos de revisión pero partiendo de lo que ha ido bien y no sólo de la crítica. Exhortó a los monitores y monitoras a saber orar por el nuevo curso y por todas las actividades que se llevarían a cabo y finalmente saber convertirnos y mejorar en todo el mundo educativo para aprovechar la oportunidad que significa de crecimiento personal para los propios monitores y monitoras que a menudo aprenden mucho de los propios niños.
Al final de la Eucaristía el sr. Obispo Coadjutor dirigió unas palabras a los monitores recordando cómo él mismo había sido premonitor en un esplai y les recordó que tenían el futuro de aquellos niños en sus manos porque quien educa a un niño o un joven educa el futuro de un país; y les exhortó a continuar con su labor de educación integral teniendo presente al buen Dios y María, bajo la advocación de Meritxell.
Los cantos de la Eucaristía fueron acompañados por David Prades y los responsables de los monitores y una dinámica con carteles sobre las diferentes partes de la Eucaristía, inspirándose en carteles de films, ayudó a la participación de los monitores.