El Copríncipe asiste a la reapertura de Notre Dame de París

El Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, asistió el sábado 7 de diciembre, al acto de inauguración de las obras de restauración de la Catedral-Basílica de Notre Dame de Paris, que recuperaba y renovaba así su misión como lugar de culto y su papel de lugar histórico de Francia y Europa, cinco años después de sufrir un gravísimo incendio.

Mons. Vives iba acompañado en el acto por Mons. Josep M. Mauri, Vicario General de Urgell, y por el Secretario General y Jefe de Gabinete, Mn. David Codina. Fueron acogidos a su llegada al templo por el Primer Ministro Michel Barnier y el Ministro de Exteriores Jean-Noël Barrot y el Rector de Notre Dame Mons. Olivier Ribadeau.

El acto, conducido por Mons. Laurent Ulrich, Arzobispo de París, contó con numerosos jefes de estado y presidentes de gobierno de todo el mundo, mecenas, representantes de todas las parroquias de París, miembros del Capítulo Catedral y clérigos parisinos así como los trabajadores, bomberos y empresarios que han llevado a cabo la «resurrección» de la Catedral gótica.

Mons. Ulrich inició el solemne acto con la apertura de las puertas de la Catedral: llamó a la puerta con su báculo y los fieles respondieron con el canto del Salmo 121, con el que las puertas se abrieron. Luego, Mons. Ulrich acogió al Presidente de la República y Copríncipe de Andorra, S.E. Emmanuel Macron, acompañado de su esposa.

Con este ritual se inició el acto que contó con las palabras del President Macron, en las que agradeció la labor de los bomberos y cuerpos de seguridad, y la labor de todos los profesionales y artesanos que han participado a lo largo de 5 años en la recuperación del simbólico templo. Mons. Ulrich también tuvo unas palabras para agradecer todas las ofrendas, pequeñas y grandes que han permitido llegar al arreglo de un templo emblemático que representa no sólo la fe de los cristianos del mundo, sino también a la gente de todas las culturas y también todas las personas que necesitan apoyo en momentos de fragilidad. Sean creyentes o no, la Virgen María los protege hoy, y por todos los siglos.

Durante el acto, Mons. Ulrich bendijo el gran órgano de la Catedral. Durante el oficio se cantó un Magnificat con intención de oración por el mundo entero, por los enfermos, por quienes pasan dificultades, guerras, dirigida al Padre. El acto terminó con una bendición final, y el canto del Te Deum. Los cantos fueron ofrecidos por los coros de la Escuela de canto de Notre-Dame y tres organistas diferentes los acompañaron.

Por la noche después del acto litúrgico el Copríncipe episcopal se desplazó al Palacio del Elyseé donde tuvo lugar una cena ofrecida por el Presidente y su esposa en los Jefes de Estado invitados. Allí pudo saludar al Copríncipe francés e intercambiar unas palabras reiterándole la invitación de venir a Andorra.

El domingo 8 de diciembre Mons. Vives participó en la primera misa dentro de la Catedral restaurada, en la que se consagró el altar mayor. El acto contó con otros 170 obispos del mundo entero, los sacerdotes de París, los Jefes de Estado y los fieles que participaron en ese momento histórico.

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