“Corazones ardientes, pies en camino”

Este domingo de octubre, Jornada del Domund, hacemos memoria agradecida de los misioneros y misioneras, orando por ellos y ayudándoles con nuestro solidario compartir los bienes a través de la colecta por las misiones. Queremos estar atentos a las necesidades de los «territorios de misión», donde se lleva a cabo una tarea evangelizadora muy bella, que comprende todas las necesidades de las personas, las espirituales, que a menudo se descartan pero que son tan decisivas e importantes, al tiempo que también las necesidades de sanidad, educación integral, familias, estabilidad en la paz y desarrollo de las economías de esos territorios. Actualmente son 1.119 los territorios de misión en toda la tierra, que representan un tercio de todas las Diócesis del mundo y donde vive casi la mitad de la población mundial. En las misiones están más de la mitad de las escuelas católicas, y la Iglesia construye de media 2 instituciones sociales y 6 de educativas al día, en los territorios de misión.

Conviene mantenernos atentos a estas jóvenes Iglesias de misión, a la ayuda que podemos y debemos prestarles, expresando y viviendo la comunión eclesial, que va más allá de la mera solidaridad. Este año bajo el lema del Domund23 “Corazones ardientes, pies en camino”, se hace referencia a la historia de la Iglesia entretejida a lo largo de los siglos por tantos corazones ardientes como los de los dos discípulos de Emaús (Lc 24) que, al encontrarse con Cristo Resucitado, que les acompañaba por el camino sin reconocerlo, comparten la mesa, como en una Eucaristía, y salen veloces de inmediato, a anunciar a los demás discípulos que Cristo está vivo, que es el Camino, la Verdad y la Vida para toda la humanidad. ¡El Espíritu Santo les empujaba! Dice el Papa Francisco en su Mensaje para esta jornada: “No es posible encontrar verdaderamente al Resucitado, sin sentirnos impulsados por el deseo de comunicarlo a todos”.

El Santo Padre Francisco recuerda en su programática Exhortación apostólica “Evangelii gaudium” (2013) que necesitamos evangelizadores con espíritu (EG 259-283), es decir, evangelizadores que recen y trabajen, que experimenten el encuentro personal con el Amor de Jesús que nos salva y sean contemplativos del Amor. Unos misioneros que se dejen configurar con la vida de Jesús, y que, por tanto, vivan enamorados, convencidos, entusiasmados por Jesús.

Actualmente hay unos 331 misioneros catalanes esparcidos por el mundo, de los que 23 son presbíteros diocesanos, 279 religiosos y religiosas, 23 laicos y 6 obispos. Y los misioneros de toda España son unos 10.000, con 89 obispos, 589 presbíteros diocesanos, 2.008 presbíteros religiosos, 4.421 religiosas y consagrados, y 681 laicos y laicas. Todos ellos marcharon ilusionados por anunciar a Cristo, por encarnarse en sus nuevos países y lenguas, arraigados en tierras y culturas nuevas, y ahora anuncian la fe y sirven a los hermanos con el amor de Cristo y por amor a Cristo. La novedad es que ahora también hay muchos más laicos y muchas familias enteras, que han «salido», como los discípulos de Emaús. Asimismo, según las últimas estadísticas que las Obras Misionales Pontificias han dado, en España se recogieron 14.201.134 € que han financiado 538 proyectos ordinarios, de catequesis, y algunos extraordinarios para construcciones, vehículos o equipamientos. ¡Son cifras elocuentes de las que nos podemos sentir orgullosos y dar gracias a Dios! ¡Amemos y ayudemos a las misiones y a los misioneros!

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