Confirmaciones en Sant Julià de Lòria (Principado de Andorra)

El día 17 de mayo el Arzobispo y Copríncipe Joan-Enric Vives administró el sacramento de la Confirmación a 33 jóvenes y algunos adultos de la Parroquia de Sant Julià de Lòria (Principado de Andorra). A su llegada a la Parroquia, el Copríncipe fue recibido por la Corporación Comunal encabezada por los Hbles. Sres. Cónsules y los Consejeros, así como por el Rector de la Parroquia, Mn. Pepe Chisvert.

La Eucaristía fue concelebrada por el Rector, Mn. Pepe Chisvert y Mn. David Codina. Acolitó en el altar la acólita instituida recientemente Cristina Ribot, del Orden de las Vírgenes.

En su homilía el Arzobispo glosó el Evangelio proclamado en aquella celebración donde Jesucristo dice a sus discípulos que ellos son la sal de la tierra y la luz del mundo. Mons. Vives glosó las imágenes que Jesús propone: ser sal y ser luz.

La sal, que hace 3 cosas: da gusto, protege contra la corrupción de los alimentos y cura las heridas. Los cristianos estamos llamados a dar gusto, es decir, a ser buenas personas que dejen un buen regusto con su presencia y obras de amor. Nuestra actitud debe ser la bonhomía y la paz que irradia Jesús. También los cristianos debemos ser sal para evitar que las personas queden tomadas de la corrupción: del dinero, de las adicciones desordenadas, de lo que destruye la dignidad infinita que toda persona humana tiene. Por último, los cristianos deben ser sal para curar las heridas de tantas personas que nos rodean y que pueden estar llenas de tristeza o problemas.

La luz, que ilumina y permite que veamos y captemos los colores de las cosas. Los confirmados deben ser luz que transmita la fe y las obras del Espíritu que San Pablo glosaba en la primera lectura: todo lo que es verdad, justo, limpio, amable, de buena reputación, virtuoso y digno de elogio. Hay que ser luz que ilumine el camino de los hermanos y sobre todo para llevarlos a la Luz plena que es Jesucristo.

Al final de la Misa el Arzobispo regaló a los jóvenes el Nuevo Testamento y les invitó a amar la Palabra de Dios y leerla a menudo.

Después de la Eucaristía Mons. Vives pudo saludar en las salas parroquiales a los jóvenes que preparan la edición del Canòlich Music 2024 y los que preparan la peregrinación a pie a Santiago.

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