Conferencia cuaresmal de Mons. Vives sobre los cristianos en Tierra Santa

La situación de los cristianos en Tierra Santa en la actualidad y a lo largo de la historia, la importancia de su presencia en los Lugares Sagrados a pesar de la situación tan trágica y difícil en la que viven las familias y una reflexión sobre el futuro y cómo ayudar a estas comunidades, que son testimonio de fe en la tierra donde nació y vivió Jesús, fue el motivo de la conferencia cuaresmal que impartió, el miércoles 19 de marzo, el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, en el salón de actos de la Casa Parroquial de la Parroquia de Sant Ot de La Seu d’Urgell.

El rector de la parroquia, Mn. Ignasi Navarri, hizo la presentación de la charla, agradeciendo a Mons. Vives y a los asistentes, que llenaron la sala, de hacerlo posible.

Mons. Vives explicó, de forma didáctica y con anécdotas vividas personalmente, cómo viven las comunidades cristianas, una circunstancia compleja, muy difícil de entender desde fuera. Mons. Vives ha estado visitando durante veintidós años los Lugares Sagrados, en representación de la CEE, y con motivo de la “Holy Land Coordination” que reúne obispos de todo el mundo para acompañar a la comunidad católica en Tierra Santa.

Recordó que visitar la Tierra Santa es como el «quinto Evangelio», un lugar clave para el cristianismo desde los tiempos de Jesús hasta la actualidad apuntando, ya desde el principio, la importancia de peregrinar a él a pesar de las dificultades, porque esto, además de apoyar oración y humano a las comunidades, también ofrece unos recursos económicos, vitales para su supervivencia.

Durante su intervención, repasó los momentos históricos que han marcado la vida de los cristianos en la zona, desde la época romana hasta los conflictos recientes, de forma comprensible, para acabar situando los retos que la comunidad católica que vive afronta hoy, entre los que señaló como grandes retos: la emigración frente a la resistencia a estar en una tierra que también les pertenece -señalando que en 70 años la población cristiana ha pasado del 10 al 2% del total-; la gran discriminación en la que viven las comunidades cristianas; y los conflictos de diversa índole, entre los que destacan los surgidos de la conservación del Santo Sepulcro y los Santos Lugares, y las tensiones políticas creadas por Israel con Palestina.

En su reflexión final, enalteció la labor que han llevado a cabo los Franciscanos, resistiendo y manteniendo los Santuarios y subrayó el papel fundamental de la Iglesia en la promoción de la paz y el diálogo interreligioso, la educación, y hacer puentes, animando a los asistentes a apoyar a los cristianos de Tierra Santa en las colectas, la oración, y yendo en peregrinación.

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