Celebración del 125 aniversario del tráfico de Santa Teresa de Jesús Jornet

El Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, presidió, el viernes 26 de agosto, la Eucaristía en el Hogar de San José de La Seu d’Urgell, con motivo de la celebración de los 125 años del tránsito de Santa Teresa de Jesús Jornet Ibars. Concelebraron con él, los Vicario Generales Mn. Josep M. Mauri y Mn. Ignasi Navarri; el Secretario General Mn. David Codina; Mn Lluís Portabella y un nuevo presbítero originario de México que estudiará en Barcelona y ayudará a nuestro obispado, Mn. Martín Hinojosa. Asistieron -además de los residentes del Hogar de ancianos y las hermanas de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados- el Alcalde de La Seu d’Urgell, Ilmo. Sr. Francesc Viaplana, numerosos vecinos y fieles familiares de los residentes, que llenaron la capilla de la residencia. La celebración fue solemnizada por un corazón del mismo Hogar de ancianos, con el acompañamiento de religiosas y laicos colaboradores.

En su homilía el Arzobispo recordó la importancia de Santa Teresa de Jesús Jornet y de la Congregación que ella fundó, las Hermanitas de los Ancianos Desamparados que respondieron a la necesidad de ayudar a los ancianos en necesidad. Animó a valorar la obra y el carisma que se plasmó en la Congregación y que sigue muy actual en nuestros días, con la atención a las personas mayores tal y como lo recuerda el Papa Francisco que ha instituido la Jornada de los abuelos y de los ancianos. Glosando las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en la solemnidad litúrgica, subrayó cómo el núcleo central del Evangelio del Señor es el amor a los hermanos (Mt. 25), un amor hecho de obras concretas de misericordia y no sólo de palabras. El amor es luz, hace pasar de muerte a vida y nos une a Jesucristo, divinizándonos. Recordó la máxima de San Juan de la Cruz: “Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor”, y agradeció todo el trabajo que las Hermanitas de los Ancianos desamparados, el equipo médico, los cuidadores y benefactores, han llevado a cabo durante la pandemia, especialmente, en momentos muy complicados, y que ha puesto de relieve la estimación que la ciudad de La Seu tiene por esta obra de Iglesia. Animó a luchar contra la peor de las pandemias en el mundo occidental que es la pandemia de la soledad de los abuelos y ancianos, y exhortó a ser caritativos y solícitos para con los más abandonados.

Santa Teresa Jornet murió en Líria (Valencia) el 26 de agosto de 1897, después de una intensa vida en la que impulsó la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Había nacido en Aitona (Lleida) y se formó como maestra: fue en 1872 cuando entró en contacto con el P. Saturnino López, cofundador de la Congregación y que la orientó y con quien trabajó en favor de los ancianos abandonados y olvidados. Fue beatificada por Pío XII el 27 de abril de 1958 y canonizada en 1974 por Pablo VI.

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