Celebración de la Virgen de Fátima en Meritxell

La comunidad portuguesa del Principado de Andorra, junto a otros devotos, celebró la Fiesta de la Virgen de Fátima en Meritxell la noche del domingo 12 de mayo. La procesión comenzó con la reunión de los feligreses a los pies de la carretera general de Canillo que lleva al Santuario de la Virgen de Meritxell, llevando antorchas y luces en sus manos. Al frente, la cruz procesional, y el pendón de la Cofradía de Fátima de La Massana, abrían la comitiva, que iba seguida por el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, junto a los sacerdotes de los Valles de Andorra. El rector de La Massana, Mn. Eduard Salinas, acompañaban a la Virgen, siguiendo el Rosario, y un gran grupo de fieles, entre ellos, la Presidenta de la Cofradía, Sra. María Helena Machado, el Cónsul Honorario de Portugal, Sr. Manuel Silva, y el Consejero de las Comunidades Sr. Rui Fernándes. La Cofradía de la Virgen de Fátima fue la organizadora de la actividad, junto con el apoyo de los Grupos de Folclore Alto Miño y Casa de Portugal, de la Comisión de la Fiesta de Fátima en el Pas de la Casa y su coral , y muchos voluntarios.

Acompañando con los cantos y las oraciones en honor a la Virgen, los feligreses se unieron en una sola voz para rezar el Rosario hasta llegar al Santuario-Basílica de Meritxell, pasando por el antiguo Santuario.

Ya en el interior del templo se celebró la Eucaristía en lengua portuguesa presidida por el Arzobispo, que fue concelebrada por Mn. Ramon Sàrries, Arcipreste de los Valles de Andorra, Mn. Ramon Rossell, rector de Canillo, y todos los sacerdotes de Andorra. El seminarista de la Diócesis Mateo Arias, buen conocedor de la lengua portuguesa, dijo unas palabras de bienvenida al iniciarse la celebración. Una gran cantidad de fieles llenaba el Santuario hasta los topes.

En su homilía el Arzobispo Joan-Enric recordó la aparición de la Virgen de Fátima, el 13 de mayo de 1917, a los 3 niños: Lucía, Francisco y Jacinta, de 10, 9 y 7 años respectivamente, en la cueva de Iria. Vieron una “Señora más brillante que el sol” que se les apareció con un rosario blanco en sus manos. Y empezó con ellos una interesante conversación: “¿de dónde está usted, Señora?, soy del cielo” fue la respuesta. Entre mayo y octubre hubo seis apariciones de la Virgen María y pidió que rezaran el Santo Rosario y hicieran penitencia. Mons. Vives recordó cómo la Virgen de Fátima reveló tres secretos a los niños, el segundo de ellos, era el del fin de la Primera Guerra Mundial, aunque la Virgen les dijo a los niños que si el pecado continuaba, la Segunda Guerra Mundial llegaría. El segundo secreto también contenía una solicitud para consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de María. Sin ella, la paz no se produciría. También se dice que el segundo secreto predijo el auge y la caída del comunismo. El Arzobispo animó a los fieles a orar con fe y confianza a María con mucha fe por el don de la paz en un momento en que el mundo vive en un clima bélico con muchos conflictos abiertos sobre todo en Ucrania-Rusia y Gaza.

Al finalizar la celebración eucarística, los fieles quisieron agradecer la presencia del Arzobispo. La celebración terminó con la veneración de la Virgen de Fátima con profunda devoción y emoción por parte de los fieles.

 

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