La Misa solemne de Fiesta Mayor en honor a San Pedro en la iglesia parroquial de Sant Pere de Tor, en el Pallars Sobirà, volvió a ser una fiesta muy lucida en la que participaron gran parte de los vecinos, presidida por el Rector Mn. Joan Dies, que estuvo acompañado en la celebración de Joan Avilés. Se llevó a cabo el sábado 6 de julio, empezando con un repique de campanas que iba llamando a los vecinos del pueblo.
Mn. Dies inició la Misa invocando a la Virgen María con el canto tradicional Virolai, y en la homilía quiso expresar los valores que han mantenido presente la comunidad, en un entorno aislado. Recordó que la iglesia en la que estaban era como una “casa solariega, mimada y visitada por los vecinos de Tor a lo largo de 800 años” pues, el templo tiene un orígen románico, aunque ha sido modificado a lo largo de los años. “Recordemos que la vida en este pueblo era dura: pasaban dos o tres meses sin tocar el sol en las casas… y las familias subían hasta las rocas solanas a trabajar para poder verlo; sembraban en agosto para cosechar en septiembre del año siguiente; una parte del cementerio está cubierto porque en invierno, muy frío, no se podían hacer hoyos en la tierra”. Justamente recordó a los difuntos del pueblo que han formado parte de la vida pequeña del día a día, señalando que, más allá de los hechos que puntualmente alteraron el lugar hace veinte años, durante más de 800 años el pueblo ha vivido en fraternidad y armonía. Acabó invitando a los vecinos a seguir con este estilo fraterno, muy propio de la comunidades montañosas.
Al finalizar, tomaron una fotografía de recuerdo delante de la iglesia.
