Cáritas Urgell, Lleida y Solsona entregan ayudas por más de 7 millones de euros en 2022

Fuente: Cáritas de Urgell

Las Cáritas Diocesanas de Urgell Lleida y Solsona han destinado durante el año 2022 un total de 7.184.653 euros para atender a las personas que acuden a la entidad. La cifra supone casi un 9% más que en el 2021, cuando se destinaron 6.567.844 euros.

Gran parte de estos recursos se han dedicado a programas de cobertura de necesidades básicas y de apoyo a los colectivos más vulnerables, y a los proyectos de inserción laboral. En total, se han beneficiado de la acción de Cáritas más de 16.000 personas de todo el territorio de las tres diócesis. Asimismo, también se han atendido a casi 7.500 personas en los diversos programas que lleva a cabo la entidad. Estos datos provocan cierta inquietud, especialmente por el constante aumento en los últimos años en recursos económicos para cubrir las demandas.

En cuanto a las ayudas económicas directas, más de 4.000 hogares de Ponent y el Pirineo han recibido un total de 704.860 euros por parte de las tres Cáritas, por los 650.844 euros que se destinaron en 2021. Un dato que muestra cómo los efectos de la pandemia aún no se han revertido, ya que la cifra aumenta paulatinamente respecto a los años anteriores (2021 y 2020), y sigue siendo más de un 25% mayor que antes de la Covid-19. Sin embargo, la entidad remarca que el dinero destinado a las personas es un medio y no una finalidad, y avisa de que el acompañamiento y el apoderamiento es crucial para las personas que más sufren. Desde Cáritas avisan de que invertir recursos es imprescindible para conseguir una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades.

Ocupación y acceso a la vivienda, principales inquietudes de las entidades

Un dato que preocupa especialmente a las tres Cáritas es que, a pesar de que cada año se invierten más recursos en los programas laborales y las empresas de inserción, este año 3.911.884 € (casi un 55% de los recursos totales empleados), la situación de las personas con mayores dificultades para encontrar trabajo no mejora, especialmente las que tienen un bajo nivel de formación y poca experiencia laboral, de ahí el incremento de personas que desean acceder a formaciones para tener más posibilidades de acceder al mercado laboral. Por otra parte, los responsables de la entidad remarcan la inquietud que supone ver cómo “el aumento del coste de la vida hace que familias con trabajo hayan perdido poder adquisitivo y se hayan visto obligadas a establecer nuevas estrategias de consumo, renunciando a determinadas gastos, que hasta ahora eran habituales”. Esto repercute al no poder hacer frente a gastos imprevistos y provoca un deterioro de las viviendas.

En esta línea, las tres Cáritas también han realizado un esfuerzo en dar respuesta a los gastos relacionados directamente con viviendas, principalmente alquileres y suministros, como electricidad gas y agua, provisiones que han sufrido un aumento considerable durante el 2022, especialmente los dos primeros. Tanto es así, que las Cáritas de Lleida, Solsona y Urgell destinaron en 2022 un 46%, un 36% y un 39%, respectivamente, del total de las ayudas económicas a estos conceptos. Las entidades exponen que todo ello no hace más que evidenciar que el acceso a una vivienda digna no es un derecho, sino que se ha convertido en un lujo para muchas familias atendidas por Cáritas. Las entidades también remarcan el aumento de cuidados a personas de pobreza extrema por pernoctaciones, ropa, alimentos o transporte.

La guerra de Ucrania frena la recuperación

Uno de los elementos que ha marcado en 2022 ha sido el estallido de la guerra en Ucrania. Esto ha dado lugar a la llegada a nuestro país de muchas personas huyendo del conflicto. En el territorio de Ponent, la diócesis que ha recibido mayor número de personas refugiadas es Urgell, donde la Cáritas diocesana ha acogido a un total de 179 familias y ha conseguido que 429 personas se beneficiaran de la acción de Cáritas, especialmente en el municipio de Guissona. Este hecho ha supuesto para la Cáritas Diocesana de Urgell un esfuerzo añadido a su labor, haciendo que la recuperación que se preveía a principios de año no se haya materializado. A principios de año, Cáritas había acompañado en España a 5.378 personas refugiadas desde el estallido de la guerra.

Políticas sociales basadas en los derechos humanos

Desde las Cáritas Diocesanas de Lleida, Urgell y Solsona se constata, una vez más, que los vaivenes y las crisis del modelo afectan a todas las capas sociales, pero especialmente a las más vulnerables, y la actual crisis inflacionaria no es una excepción. El impacto de la subida del coste de la vida y de los gastos básicos amplía el porcentaje de recursos que estos hogares tienen que destinar a comer, habitar y desplazarse, dejando muy poco para el resto y nada para el ahorro. La convicción de que el empleo es la vía prioritaria y capaz de solucionar estas dificultades en las familias choca con la realidad de las condiciones que ofrece el mercado de trabajo y la evolución de los sueldos. Por todo ello, las entidades consideran que «es urgente y necesario seguir avanzando hacia un diseño de políticas sociales desde un enfoque basado en derechos humanos».

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