Una gran fiesta en la Seu de Manresa se celebró el día 6 de noviembre porque el Cardenal Marcello Semeraro, en nombre del Santo Padre Francisco, beatificó tres frailes de la Orden de Framenores Capuchinos que fueron martirizados en la persecución religiosa durante la guerra civil española (1936-1939). Se trata de los nuevos beatos Benet de Santa Coloma, Domènec de Sant Pere de Riudebitlles y Josep Oriol de Barcelona.
Asistieron el sr. Nuncio y muchos obispos de Cataluña, entre ellos el Arzobispo de Urgell, el Vicario general de la Orden de los Framenores Capuchinos y el P. Provincial, así como muchos frailes y otros Religiosos y religiosas franciscanos, muchos sacerdotes y fieles provenientes de los lugares de origen de los beatos y de Manresa.
Una gozosa fiesta que agradecía el martirio de estos consagrados y que estimula nuestro testimonio humilde y fiel, siguiendo a Cristo, el Buen Pastor, que dio su vida en rescate de toda la humanidad.
El Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de Santos, en la homilía destacó el valor de dar la vida como semilla de fecundidad. El cristiano no busca la muerte sino la vida, e intenta ser apóstol, por más que si se encuentra con la persecución y el martirio la acepta porque sigue a Cristo. Y animó a los presentes a amar a Dios y al prójimo hasta las últimas consecuencias, con coherencia y generosidad extremas.
Posteriormente el Obispado de Vic y los Capuchinos invitaron a una comida fraterna en la Casa de Ejercicios de la Cueva de Manresa, y les mostraron un vídeo de referencia, y pudieron admirar los mosaicos del P. Rupnik en la iglesia de San Ignacio.