Asamblea diocesana de Cáritas Urgell

Cáritas de Urgell celebró su Asamblea diocesana de voluntarios el sábado 10 de junio, en Bellvís, con unos 100 participantes, acogidos por la Cáritas parroquial de esta población. El encuentro, que reunió a los trabajadores y voluntarios de todos los centros de la diócesis, comenzó en el Tossal de la Virgen de las Sogas; y después se hizo una detallada explicación de la actividad del último año. Por último, el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric presidió la celebración eucarística que se llevó a cabo en la iglesia parroquial de Bellvís. Un almuerzo de hermandad puso el broche a la actividad, que es de hermandad y de reconocimiento de toda la labor que voluntarios y trabajadores desarrollan a lo largo del año, acompañando y sirviendo a personas y familias vulnerables.

Durante la acogida, en el Tossal, el Presidente de los “Amigos del Tossal de la Virgen de las Sogas” les explicó los hechos que dan lugar a la devoción y al santuario. La Virgen María se apareció al Sr. Joan Amorós, un campesino de Sidamon casado, que llevaba a moler el grano de la cosecha al molino de Balaguer. En el trayecto de regreso a su pueblo, al fondo del charco de la fuente del Prat de Bellvís, una intensa lluvia puso en peligro la mula y el saco de harina que llevaba atada. Como respuesta a su oración: «Virgen, ¡ayúdame!» se le apareció la Virgen María con su Hijo en brazos, que le dio solución al problema, cortando las sogas y posteriormente uniéndolas. Era el sábado 26 de octubre de 1190. Cinco meses después, el 1 de abril de 1191, se ponía la primera piedra del santuario donde se veneraría la imagen hallada. Ésta era la respuesta que la Virgen María había pedido a Amorós por la ayuda recibida. Una huella luminosa permanente en su rostro sería la prueba fehaciente de la veracidad de los hechos que Amorós debía explicar a la gente de los pueblos de la Plana d’Urgell. Una luz resplandeciente que brilló tres días consecutivos y el hallazgo de la santa imagen fueron las señales que indicaron a Joan Amorós su ubicación: estaba a cien pasos del lugar de la aparición.

Más tarde en la Jornada, el Director voluntario de Cáritas Urgell, Sr. Josep Casanova, explicó detalladamente las acciones y actividades de la entidad en el año 2022, que están recogidas en la Memoria: «Tú tienes mucho que ver». Lo hizo en el Centro Cívico de la población, con el soporte audiovisual de detalles de las acciones. En la memoria destacan algunos datos importantes: el aumento de recursos en la ayuda social en un 64% en los últimos tres años; el apoyo recibido para 1.163 familias de la diócesis que pasaban por un mal momento en la cobertura de necesidades básicas de alimentación, ayudas escolares, vivienda, gastos de suministros y otros. También destaca la acogida que se ha llevado a cabo de inmigrantes, y en especial, durante el año 2022 de los refugiados provenientes de Ucrania, a causa del conflicto bélico.

Josep Casanova hizo hincapié en que no hay que caer en un sentido de la caridad falso, donde dar sea más un elemento egocéntrico que el gesto gratuito y desinteresado hacia los demás. Un total de 2.733 personas han recibido en el año 2022 el apoyo y ayuda de Cáritas de Urgell. Mons. Joan-Enric pudo saludar a los asistentes a la asamblea al final de la exposición de Josep Casanova, y acto seguido, fueron todos juntos a celebrar la Eucaristía al templo parroquial.

Mons. Vives concelebró con los sacerdotes presentes: el Rector de Bellvís, Mn. Jerrick Banzuela, el diácono adscrito a la Parroquia, Mn. Antoni Baldomà; Mn. Josep M. Aresté, Mn. Ramon Balagué y Mn. David Codina.

En su homilía el Arzobispo Vives recordó la historia de la Virgen de las Sogas como elemento inspirador para los voluntarios de Cáritas: necesitamos confiar siempre en la protección maternal de María y pedir a Dios que nos ayude en los problemas y dificultades, que nos levante los pesos y cargas pesadas. Cáritas no es una ONG más, sino que es la caridad de la Iglesia y por eso animó a los voluntarios, trabajadores y equipo Directivo, a ser confesantes en la fe cristiana y a ser creativos en la caridad: adaptándose a las nuevas necesidades y pobrezas. Glosando la Palabra de Dios proclamada en la Eucaristía recordó como «Dios nunca nos deja solos» porque es amor y misericordia infinita, que siempre se acuerda de nosotros. Además, Jesús nos enseña que debemos ser «buenos pastores» de quienes tratan con nosotros, especialmente a los pobres, saliendo a buscar «la oveja perdida», siguiendo una lógica que es la del amor y la gratuidad con los más débiles, no la lógica del mercantilismo y el utilitarismo.

Al terminar la misa, los fieles veneraron a la Virgen de las Sogas en su camarín y más tarde se tomó una foto de hermandad en las escaleras del templo. La comida compartida se llevó a cabo en el Casal de la población.

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