Cáritas Española y todas las Diócesis confederadas estamos celebrando los 75 años de vida, como dice el lema que resume bien la historia vivida: «75 años de amor por los demás«. El Papa Francisco nos ha enviado en julio una Carta donde dice que Cáritas “es un servicio que continúa en el presente y que se abre al futuro con esperanza, sabiendo ver el rostro de Cristo crucificado en tantas personas que sufren, ofreciéndoles amistad, ayuda y consuelo”.
«Este jubileo -sigue el Papa- es una ocasión propicia para agradecer al Señor todo el amor entregado, y también un tiempo oportuno para discernir, con la guía del Espíritu Santo, los caminos para esta nueva etapa». E indica 3 características que no pueden faltar en ese itinerario: La primera, tener en cuenta que el camino de Cáritas es el «camino de los últimos». Los pobres y excluidos son los destinatarios privilegiados del Evangelio; ellos ocupan un lugar preferencial en el corazón de Dios, hasta el punto de que Él mismo «se hizo pobre» (cf. 2Co 8,9). Pero no podemos esperar que llamen a nuestra puerta, sino que hay que salir a su encuentro, buscar su bien integral y su pleno desarrollo, reconociendo su dignidad y derechos”. Y sigue, «es también un ‘camino de misericordia’, ya que éste es el estilo de Dios, que busca y se acerca a los más débiles para cuidarlos con compasión y ternura». Por último, afirma que “se trata de un ‘camino de renovación’, porque las nuevas realidades de pobreza requieren que cuidemos tanto a las personas como a nuestra casa común, y que estemos dispuestos a recorrer los senderos de la cultura del encuentro y de la caridad, articulando lo local con lo global, trabajando desde los próximos, pero con un horizonte universal” (cfr. Fratelli tutti, 142). El Papa también anima a las Cáritas parroquiales, diocesanas y estatal, a “perseverar con alegría y decisión en las actividades y proyectos que lleva adelante en las Diócesis españolas, y que se extienden más allá de las fronteras territoriales, a favor de tantos hermanos y hermanas que necesitan nuestra cercanía, amor y solidaridad”.
También Cáritas Cataluña presentó recientemente la Memoria 2021 de sus actividades. Desde 2008 hasta la actualidad vivimos una situación de crisis permanente. Primero fue la crisis económica (2008-2015); posteriormente, la crisis de los refugiados sirios (2015); más adelante, la pandemia de la Covid19 (2020-2021) y, últimamente, la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania. Son situaciones que deben interpelarnos para hacer una urgente conversión económica, social, cultural y también personal. La acción social de las diez Cáritas diocesanas catalanas atiende a 98.797 hogares, donde viven 241.864 personas. El año 2021 nos ha dejado problemáticas estructurales recurrentes, sobre las que Cáritas ha alertado desde hace años, así como otras nuevas, como la brecha digital. Cáritas Cataluña pide recuperar una política de consensos en materia social, que establezca como prioridades la garantía del derecho a una vivienda digna para todas las personas, la garantía de unos ingresos mínimos con un encaje adecuado entre el ingreso mínimo vital (IMV ) y la renta garantizada de ciudadanía (RGC), ampliando su cobertura y suavizando las trabas burocráticas que se dan en la actualidad; y por último el establecimiento de planes de empleo específicos para los colectivos más vulnerables. ¡Demos gracias a Dios por todo el bien realizado a lo largo de estos 75 años de historia de caridad y servicio, y a continuar!
28 de agosto