Al llegar a este día del DOMUND, como cada año, se nos recuerda nuestra misión como cristianos. En nuestros oídos y en nuestro corazón, hoy resuenan las palabras del Papa León XIV, que este año, con el lema que ha escogido, nos dice personalmente: SÉ MISIONERO DE ESPERANZA ENTRE LOS PUEBLOS.
Sentirse misionero es sentirse enviado para ir por todo el mundo a llevar la Buena Nueva del Amor de Dios hacia toda la Humanidad.
El tiempo que nos toca vivir es de mucha dificultad: fuerte crisis económica, enfriamiento religioso, pérdida de valores, consumismo exagerado, hambre, guerras y enfrentamientos a todos los niveles… Y todo esto puede hacernos sentir angustiados y desanimados, pero Jesús sale a nuestro encuentro y nos dice: “¡No tengáis miedo!” (Mt 14, 27). POR ESO ES TAN IMPORTANTE SER PORTADORES DE ESPERANZA.
Todo puede cambiar. Todo puede mejorar… Jesús nos llama a ser misioneros. Confía en nosotros, porque nos ama y cree en nosotros. Sus palabras “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20), son la gran fuerza de nuestra esperanza para seguir el camino.
Jesús se sintió siempre como enviado del Padre y testimonió con su vida la Buena Nueva salvadora para toda la Humanidad. La Palabra de Jesús, su Evangelio, por ser humana y divina, no queda encerrada en el tiempo, está abierta. Por tanto, tiene vigencia actual, hasta el fin del mundo.
Hoy recordamos especialmente a los misioneros y misioneras esparcidos por toda la tierra. Un día escucharon la llamada del Señor. Lo dejaron todo para ir a países lejanos, a llevar la Buena Nueva que Jesús nos anunció, de parte del Padre.
La tarea de los misioneros y misioneras no es fácil. Muchos y muchas son perseguidos en su labor de proclamar el Evangelio y en la defensa de los Derechos Humanos.
Seamos generosos en nuestra limosna. Es mucho lo que se necesita y mucho el trabajo por hacer, y que no falte tampoco nuestra oración.
No nos defraudemos a nosotros mismos y respondamos —como es debido— a la llamada de ser MISIONEROS DE ESPERANZA ENTRE LOS PUEBLOS. Eso es amar de verdad, desde lo más hondo del corazón, y eso es hacer presente a Jesús en el mundo.
Mn. Jaume Soy Amargant, Delegado Diocesano y Director de las Obras Misionales Pontifícias.
Materiales para la Jornada: web del DOMUND






