El martes 5 de diciembre el Colegio Virgen del Socorro de Agramunt celebró su “fiesta mayor” en recuerdo de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, viviendo el Adviento y preparando la Navidad. El centro que pertenece a las Misioneras de la Inmaculada Concepción vivió a lo largo de toda la jornada una serie de actividades para celebrar el día y en las que participaron el alumnado y el profesorado del centro.
A primera hora y en el salón de actos compartieron toda la etapa de Primaria una celebración que prepararon el Equipo de Pastoral del colegio, con la colaboración de todo el claustro. Después de unas palabras de bienvenida y acogida a los niños, se hizo una dinámica bien navideña, había que vestir un árbol de navidad bien desnudo, a pesar de que resplandecía la estrella en lo más alto. Poco a poco fueron pasando representantes de todos los cursos para decorarlo como es debido, así los más pequeños de Ciclo Inicial pusieron unos corazones que hablaban de los buenos sentimientos, después los del Ciclo Medio y Superior decoraron, con palabras que evocaban el sentido gozoso de estos días, las guirnaldas con palabras como: fraternidad, compañerismo, felicidad, familia e incluso por la mascota de uno de los niños (muy en línea con el cuidado de la Creación que nos pide el Papa Francisco ). Para terminar este primer momento un canto compartido con todo el alumnado y que forma parte del eje de trabajo en valores que realizan en la escuela durante este curso.
Mientras los alumnos más pequeños iban al patio, los alumnos del Ciclo Medio y Superior participaron con sus tutoras y maestros de la celebración de la Eucaristía que presidió Mn. Jaume Mayoral, rector de Agramunt. En la celebración volvieron a mirarse el árbol de Navidad y las palabras que había escritas, se hizo referencia a la Virgen María y su papel en la vida de Jesús. En el recuerdo de los difuntos se tuvo un recuerdo por la Hna. Roser que hacía poco que había muerto y que era muy querida en el centro. En el momento de la paz fue el momento para los abrazos, todos los participantes compartieron ese gesto tan necesario en nuestro mundo, como debería ser la verdadera fraternidad y paz. Para terminar un villancico lleno de mensaje esperanzador que cantaron todos juntos.
Y para celebrarlo, saliendo a la hora de recreo, torta y chocolate para todos, como no podía faltar en una fiesta de celebración. También se aprovechó para tomar una fotografía de familia con el grupito de niños y niñas de la escuela que recibirán próximamente la Confirmación. Por la tarde y en el Foment Parroquial pudieron disfrutar de una buena película y terminaron una jornada que para la escuela fue como una pequeña fiesta mayor con cantos, juegos, celebración, cine y mucha amistad entre todas y todos .