El sábado 17 de junio tuvo lugar la reunión ordinaria del Consejo Pastoral Diocesano de Urgell en la Casa de Espiritualidad del Santo Cristo de Balaguer. La reunión fue presidida por el Arzobispo Joan-Enric, acompañado del Vicario episcopal de Pastoral, Mn. Antoni Elvira, y la Secretaria del Consell, Sra. Ester Sibís.
Después de la oración de la Hora Menor, el Arzobispo dirigió unas palabras de bienvenida a los Consejeros pidiéndoles saber valorar el curso pastoral 2022-2023 vivido, dando gracias a Dios por sus dones durante el pasado curso, pidiendo perdón por las limitaciones o carencias, y prepararse durante el verano para encontrar tiempo para el Señor y mejorar en nuestro seguimiento y discipulado a Cristo. Viviendo de forma extraordinaria el tiempo ordinario normal.
El tema central de la reunión del Consejo fue la reflexión y diálogo con los Consejeros sobre la implantación de los Animadores pastorales de la Diócesis. Mn. Antoni Elvira, Vicario episcopal y responsable de su formación, explicó que en enero se inició esta experiencia de formación mensual que reúne a unas 16 personas en una formación que quiere ser integral: litúrgica, espiritual, celebrativa, teológica y pastoral. Se quiere que estos animadores puedan ser ayudantes cualificados en las Parroquias, presidiendo las celebraciones litúrgicas en la espera de presbítero y realizar otros servicios que el Obispo les delegue.
El trabajo se prolongó durante la mayor parte de la sesión matinal con mucha participación y la escucha activa de los Consejeros que compartieron en un clima de diálogo abierto sus impresiones y reflexiones.
También se reflexionó sobre la catequesis parroquial y la transmisión de la fe después de la pandemia y el esfuerzo que reclama a las parroquias de cara al nuevo curso pastoral. Mn. Elvira presentó brevemente el Catecismo para adultos aprobado y editado por la CEE, «¡Es el Señor!»
Otros temas que se trataron fueron algunas cuestiones sobre la custodia y mejora del patrimonio parroquial y sus implicaciones para nuestro Obispado tan grande, con más de mil templos y ermitas, y con patrimonio inmueble y mueble.
Una oración final ante el Santo Cristo de Balaguer y una comida de hermandad de los Consejeros concluyó la reunión donde en la sobremesa, se compartieron diversas informaciones diocesanas.
