Confirmaciones en Escaldes-Engordany (Andorra)

El día 4 de mayo el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, administró el sacramento de la confirmación a 27 jóvenes de la Parroquia de San Pedro mártir de Escaldes-Engordany (Principado de Andorra). A su llegada a la Parroquia el Coprincipe episcopal fue recibido por la Cónsul Mayor de la Parroquia, Hble. Sra. Rosa Gili y por el Rector, Mn. Jaume Soy.

La celebración eucarística fue concelebrada por Mn. Jaume Soy, Mn. Josep Grau que dirigió los cantos y Mn. David Codina. Asistió un buen grupo de fieles que llenaron el templo parroquial, familiares y amigos de los confirmandos, así como los catequistas de la parroquia que les habían preparado.

En su homilía el Arzobispo animó a los jóvenes confirmandos a no renunciar nunca a su fe que ese día Dios les confirmaba como don suyo, y ellos también confirmaban, volvían a afirmar. Les pidió que valoraran las tradiciones y la cultura cristiana que les han engendrado y que han construido el Principado de Andorra, entre ellas, la fe católica. Animó a los jóvenes a no dejarse llevar por modas huidizas y a perseverar en la tradición católica recibida en la familia, en la catequesis, en la Parroquia, y a ser testigos del Señor Jesús. En ese día recibían la plenitud del Espíritu Santo como don de la confirmación: Dios confirmaba el don que habían recibido de pequeños en el bautismo y ellos confirmaban, ahora ya adultos, el sí a Dios. Serían marcados con el Espíritu Santo Defensor, un sello, invisible, que les acompañará de por vida y que les permitirá vencer las tentaciones, el mal, el pecado. El principal fruto de la fe es el amor del que debían ser como cristianos testigos con su modo de actuar pero sabiendo que Dios se mantiene fiel y es misericordioso más allá de nuestros pecados, carencias o errores. Les animó a leer cada día un fragmento del Nuevo Testamento, que el Arzobispo les regalaría al final de la Misa, para conocer las palabras de Jesús y les animó a participar en la Eucaristía dominical porque es donde los cristianos alimentan su fe. Finalmente, dirigiéndose a los padrinos de los confirmandos, les animó a ser testigos de fe y amor para sus ahijados y hablar con ellos de las cosas más importantes de la vida, las grandes virtudes, entre ellas, la fe. El Arzobispo recordó la importancia del compromiso que los padrinos aceptaban en ese día de ser para los jóvenes un referente, un puntal, siempre, con su vida.

Al finalizar la Eucaristía el Arzobispo regaló a los jóvenes un Nuevo Testamento, en la edición andorrana de la editorial Casal i Vall, fundada en 1956, la edición más antigua en un solo volumen, en catalán, de la Biblia de Montserrat.

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