A lo largo del año los que nos sentimos miembros de la comunidad cristiana, tratamos de conocer su vida interior, las realizaciones, las preocupaciones, los retos y necesidades que debemos afrontar como Iglesia, que significa entre todos. Creer y testimoniar nuestra fe con amor, humildad y convicción. La campaña del “Día de la Iglesia diocesana Germanor 2021″ en favor de la Diócesis que tiene lugar en este domingo, nos quiere hacer caer en la cuenta de que «Somos lo que tú nos ayudas a ser. Contigo, somos una gran familia”. Se trata de mirar la comunidad cristiana desde dentro, no como espectadores, ni menos aún como críticos empedernidos, sino como aquellos que se implican, porque aman lo que en ella se vive y lo que se hace, y nos sentimos miembros o seguidores. “La iglesia es una gran familia…” cantan los niños y niñas de catequesis. En lo esencial nos sentimos miembros del pueblo cristiano que camina sirviendo a Dios y amando a las personas, especialmente a los que más nos necesitan. Y en todo somos lo que otros nos ayudan a ser.
Las palabras de Jesús «Hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35), desvelan el sentido profundo de la generosidad. Dar hace feliz. Dando y dándonos, nos realizamos plenamente como seres humanos y como hijos e hijas de Dios. Lo han hecho posible nuestros padres y la familia, lo han hecho posible nuestros maestros y educadores, lo están haciendo posible los que nos rodean y cuidan, y lo hacen tantas personas que nos han ayudado a ser lo que actualmente somos. Lo hemos experimentado durante la pandemia. ¿Cómo devolver algo de lo que hemos recibido? Cada uno tiene que pensarlo. La comunidad cristiana es lo que entre todos le ayudamos a ser. Para bien y para mal, ya que somos una gran familia de hermanos.
Contad con que nuestra Diócesis de Urgell necesita de vuestra ayuda, ya que esto también depende de cada uno de nosotros. Entre todos lo tenemos que hacer todo, sabiendo que es Dios quien hace y pone lo más esencial. San Ignacio de Loyola, de quien celebramos los 500 años de su conversión, lo sintetizaba diciendo: «debemos actuar como si todo dependiera de nosotros, pero sabiendo que todo depende de Dios». Necesitamos vuestra presencia y colaboración en la celebración de la Eucaristía y en las reuniones de oración eclesial; necesitamos que haya catequistas y servidores de la caridad, acompañantes de los jóvenes y de los adultos, voluntarios en tantos campos de la acción caritativa con los pobres, los ancianos y los enfermos; y necesitamos recursos económicos que entre todos aportamos, cada uno según las propias posibilidades, para llevar a cabo la acción pastoral en todos los campos. La economía no es lo más importante, está claro, pero sin los recursos económicos necesarios, por sencillos que sean, no podemos edificar la comunidad cristiana.
Gracias de antemano por vuestra aportación en la Jornada de la Iglesia Diocesana “Germanor” 2021, que tanto ayuda a la Diócesis. Un bello nombre –“germanor/fraternidad- que nos remite a la fraternidad que marca la vida de la Iglesia. Somos una familia de hermanos. Y porque somos hermanos, todo lo que afecta a uno, afecta a los demás, y todo lo que uno es y tiene, en cierto modo lo debe poner al servicio de todos. Estemos seguros de que Dios bendecirá la generosidad que ahora ejercemos, ya que «hay más dicha en dar que en recibir».
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