Dos celebraciones de la Confirmación en Sant Julià de Lòria (Andorra)

Los días 3 y 4 de julio el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, administró el sacramento de la Confirmación a 24 jóvenes de la Parroquia de St. Julià de Lòria (Principado de Andorra) acompañado del Rector Mn. Josep Chisvert y el Secretario general Mn. David Codina. A su llegada a la Parroquia fue recibido por los Hbles. Sres. Cónsules Mayor y Menor con quien mantuvo un encuentro institucional en el Común para agradecer la gran labor de apoyo y servicio que se ha llevado a cabo desde los Comunes durante la crisis sanitaria que hemos sufrido y para conocer la situación económica y social de la Parroquia donde hay una muy buena colaboración entre el Común y la comunidad parroquial.

En su homilía el Arzobispo animó a los jóvenes a vivir siempre dejándose guiar por el Espíritu Santo que recibían ese día y glosó el Evangelio proclamado en ambas celebraciones de la fiesta del Apóstol San Tomás, donde Jesús disuelve sus dudas con el don de la fe y proclama la bienaventuranza de los «Dichosos los que crean sin haber visto». Animó a los jóvenes confirmandos a creer sin haber visto que las cosas más importantes de la vida no se pueden tocar y ver con los sentidos, como son el amor y la fe pero no por ello no se puede decir que no existan.

El Copríncipe quiso felicitar efusivamente a los jóvenes del Principado de Andorra en la persona de los confirmandos por todo su esfuerzo y dedicación en vivir con buen estilo el confinamiento debido a la pandemia causada por Covidi-19, así como sus padres y familiares, y educadores, ya que las familias y las escuelas han sido un pilar fundamental de la sociedad andorrana para superar la actual pandemia. Les animó a perseverar en el camino de la fe recibida ahora que comienzan su camino ya de adultos y deberán hacer opciones fundamentales en su vida y les exhortó a no renunciar nunca a la fe y la confianza humilde en Jesús. Finalmente les exhortó a ser personas de confianza, en Dios y en los demás, que se dejan llevar en su vida por Jesús y que no son «incrédulas» sino que tienen fe.

Al final de la Eucaristía el Arzobispo regaló un Nuevo Testamento a los jóvenes confirmados animándoles a vivir según la Palabra de Dios.

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