Las Parroquias de Vall Fosca y Senterada han vivido por quinta vez la experiencia de la Semana Misionera familiar, una iniciativa que lleva todo un grupo de matrimonios venidos de otros lugares, para hacer posible las celebraciones de Semana Santa. Cada pareja o familia dirigieron las celebraciones de Semana Santa en un lugar de oración, de manera que estos días de mayor asistencia de fieles y de turismo, todas las iglesias pudieron estar abiertas y se celebraron los oficios. Los feligreses de todos los pueblos recibieron la alegría del servicio misionero que han transmitido estas familias.
La Vigilia Pascual fue muy vivida y participada. Mn. Josep Montoya, diácono permanente, con la ayuda de su esposa Conxita Salvadó, lo hicieron posible con el acompañamiento de las familias participantes. Con ella concluyeron estos días de convivencia y hermandad. En la Vigilia también se bendijeron los cirios pascuales que presidirán esta Pascua en todos los pueblos. Para todas las familias que han participado, ha sido un enriquecimiento personal y espiritual y la concienciación de la necesidad, cada vez más necesaria, de la ayuda de los laicos para abrir las iglesias de los pequeños pueblos de montaña, donde la tradición y la devoción siguen dando luz a todos aquellos fieles que residen.
