La campana de la ermita de Sant Miquel d’Engolasters (Principado de Andorra) volverá a su lugar original, después de la bendición que realizó Mons. Joan-Enric Vives durante la celebración de la fiesta del Aplec de Primavera, el 8 de mayo, y casi un siglo después de que la iglesia enmudeciera. El Departamento de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de Andorra inició la restauración en 2022, encargando la construcción de un nuevo badajo y también de un yugo de madera, necesarios para volver a colgarla. El Arzobispo y Copríncipe presidió la celebración y la misa al aire libre, y concelebraron el rector de Escaldes-Engordany, Mn. Antoni Elvira, y Mn. Jaume Soy, que hasta su jubilación había sido el rector durante muchos años.
A principios del siglo XX, la campana fue retirada de la iglesia de Sant Miquel d’Engolasters y trasladada a la antigua iglesia de Sant Pere Màrtir. En 1956, cuando se inauguró la iglesia nueva, la campana fue custodiada en uno de los rellanos del nuevo campanario. Durante las décadas de los setenta y los ochenta del siglo pasado, la campana fue exhibida en el estand de Andorra en diversas ferias de muestras celebradas en Inglaterra, España y Francia. El retorno de la campana se enmarca en las acciones e intervenciones que se están llevando a cabo para poner en valor el románico andorrano y, más concretamente, los monumentos que forman parte de la lista de la candidatura transnacional a patrimonio mundial de la UNESCO: “Los testimonios materiales de la construcción del Estado de los Pirineos: el Coprincipado de Andorra”.