El día 4 de febrero en el Seminario diocesano de La Seu d’Urgell se reunió el Patronato de la “Fundació Llar Cristiana Maria Maestre” que preside Mons. Joan-Enric Vives. Tras aprobar el acta de la última reunión y del orden del día con otros temas y ayudas propias de los fines de la Fundación, los Patronos pudieron hacer una visita al momento en que están las obras de construcción del Centro de Salud Mental del Alt Pirineu, en una parte del edificio del Seminario Diocesano, promovidas por el Obispado de Urgell. Acompañados por el Sr. Lionel Fairman, Arquitecto Técnico y Jefe de Obra de la Unidad de Rehabilitación y Restauración de Patrimonio Arquitectónico de la empresa constructora URCOTEX, los miembros del Patronato pudieron ver la labor ya desarrollada.
Con una superficie construida para rehabilitar de 5.800 m2, una superficie de urbanización exterior de 4.900 m2, y las inversiones para equipamientos y mobiliario, el proyecto del Centro se convierte en una apuesta clara de la Iglesia diocesana de Urgell, por los enfermos mentales y los más débiles de la sociedad.
Los servicios que el Centro ofrecerá son fundamentalmente hospitalización polivalente de adultos, hospitalización infantil-juvenil, hogar residencia abierta y espacio multidisciplinar Ágora, con una capacidad prevista de 97 personas atendidas. Se ofrecerán servicios de salud mental que complementarán la oferta actualmente existente, mediante equipamientos de ingreso y comunitarios en el ámbito sanitario y social, concertados con Andorra y Cataluña.
El Centro será gestionado por “Benito Menni Complejo Asistencial en Salud Mental (CASM)”, Grupo de centros asistenciales que pertenece a la Fundación canónica de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Los valores que rigen la institución y toda su actividad son la hospitalidad, entendida como un servicio a los demás, y cuidar y acompañar. El Dr. Joan Orrit, Director gerente de Benito Menni Hermanas Hospitalarias, y uno de los hombres clave del proyecto, afirma que “lo que se quiere es normalizar a las personas en su vida en un régimen abierto, en el que las personas salgan libremente de la comunidad y participen de todas las actividades, también las espirituales que son muy importantes”. De hecho, desde la Congregación siempre hablan de proyecto de vida, ya que a las personas se les ofrece un itinerario de vida para profundizar y ganar así la máxima libertad y normalización social.
