El Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, ha viajado a Tierra Santa, formando parte de la Coordinadora de los Obispos para la Iglesia en Tierra Santa (Holy Land Coordination), en representación de la Conferencia Epìscopal Española (CEE), que se encuentra en Jerusalén hasta el próximo jueves, para conocer al por menor las vivencias y situación de los cristianos en la zona, especialmente en Gaza y Cisjordania. Estos encuentros se llevan a cabo a propuesta de la Santa Sede, con el objetivo de dar atención pastoral a las comunidades católicas en Tierra Santa.
Mons. Vives ha hablado de la alegría con la que se han vivido las primeras horas en las que en algunos territorios se han detenido los bombardeos en declaraciones a COPE: “Nos dicen desde Gaza que esta noche (por el día 20) es la primera que no han tenido bombardeos”. Ha señalado que «los obispos estamos en esta misión que, en el fondo extraer esperanza, detectar esta esperanza y si podemos, compartir esperanza con todos los cristianos y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, tanto en un lugar como en otro». Sin embargo, también ha apuntado que aunque los obispos han ido a Tierra Santa para ser testigos de esperanza, sobre todo en este año del Jubileo, esta esperanza en Tierra Santa debe tomarse con cuidado. «Siempre promovemos tanto la presencia como la oración, como la presión a los que podamos llegar con nuestros comunicados», ha explicado Mons. Vives, que ha lamentado una de las grandes dificultades con las que se encuentra la Coordinadora: que no haya «unos liderazgos fuertes que puedan comprometer y pasar de las ideas generales a unos compromisos reales», y es por eso que «nosotros decimos que debemos reconstruir y ayudar a reconstruir todo lo que se pueda con confianza, en Gaza, todas las estructuras -hay que tomar conciencia de ello-, todo ha quedado destruido; nos dice el Patriarca, que la electricidad, el agua, los servicios, las carreteras, las escuelas, los hospitales… todo.
El Arzobispo considera que en Oriente Medio “cuando uno lo mira desde una conciencia moral, que es la que debemos tener nosotros –yo personalmente también–, pues la verdad es que hay un desastre humano muy grande, una agresión humana inmensa y un gran dolor. Hay tanta gente interesada en la guerra que deberíamos intentar poner otros elementos, y esto es a lo que los obispos que hemos venido en visita animamos a las comunidades.
Al encuentro asisten obispos de las Conferencias Episcopales de Estados Unidos, Inglaterra y Gales, de Francia, de Alemania, Irlanda, Escocia, Países Nórdicos, Lituania; y también participan miembros del Consejo de Conferencia Episcopales de Europa (CCEE), de la Comisión de las Conferencias Episcopales de Europa (COMECE) y de otras organizaciones católicas, que completan los asistentes.