Mons. Vives predica un retiro para las Parroquias del Arciprestazgo de St. Vicenç dels Horts

El domingo día 7 de abril por la tarde, el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives, dirigió un Retiro Cuaresmal a las Parroquias del Arciprestazgo de Sant Vicenç dels Horts, de la Diócesis de Sant Feliu de Llobregat. El retiro tuvo lugar en Vallirana, en el Colegio de las RR. Dominicas, Virgen del Rosario. El retiro versó sobre «Del desconcierto a la alegría de la fe. La experiencia de los discípulos de Emaús«. Participaron un centenar largo de fieles laicos y religiosos, con sus sacerdotes, provenientes de las parroquias de Cervelló, Corbera de Llobregat, La Palma de Cervelló, Pallejà, St. Vicenç dels Horts, Torrelles de Llobregat y Vallirana.

A su llegada Mons. Vives fue acogido por el Rector de Vallirana, Mn. Rafael Vilaplana y por el Arcipreste de St. Vicenç dels Horts, Mn. Anton Roca, y las Religiosas Dominicas de la Enseñanza de la Comunidad de Vallirana.

El Arzobispo de Urgell animó a los fieles a sentirse gozosos por la fe recibida, especialmente en unos momentos que pueden ser difíciles o oscuros, y glosando el Evangelio de Lucas 24, los discípulos de Emaús, exhortó a la comunidad cristiana a saber pasar de la tristeza del «nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel», a la alegría del «¿no es verdad que nuestros corazones estaba ardiendo dentro de nosotros, mientras nos hablaba en el camino y nos abría el sentido de las escrituras?». El Arzobispo animó a los fieles a vivir con esperanza y alegría la fe y nutrirse de la Palabra de Dios y los sacramentos que siempre nos acompañarán en el camino de la vida, especialmente en los momentos personales o eclesiales más complicados y difíciles. Jesús Resucitado, ya cercana la Pascua y que cada domingo nos viene al encuentro y celebramos en la Eucaristía dominical, nos acompaña y nos anima en nuestras caídas y dificultades. Nuestra vida es preciosa a los ojos de Dios, y Dios nos ama con un amor eterno. Aquí debemos fundamentar nuestra esperanza, más allá de los momentos esperanzadores o no tanto, que podamos vivir de la historia del mundo y de la Iglesia.

El Retiro concluyó con la rezo de Vísperas en la iglesia parroquial de San Mateo de Vallirana y seguidamente los fieles pudieron compartir un pequeño tentempié en un clima de comunión y fraternidad.

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