Queridos diocesanos, querida Iglesia de Urgell:
Los apóstoles Pedro y Pablo nos invitan a contemplar la Iglesia de las primeras comunidades cristianas, concretamente la Iglesia de Roma. Una comunidad cristiana perseguida que vivía a la sombra del Imperio y que los apóstoles acompañaron, y allí, en la capital del Imperio romano, encontraron la gloria del martirio.
Comienza así una Iglesia martirial, una Iglesia de testigos; habían convivido con Jesús, habían seguido al Maestro y creaban comunidades donde poder hacer crecer la fe en Jesús a través del testimonio en su mundo pagano.
San Ignacio de Antioquía escribe ya en el año 117 d.C. una carta a la Iglesia de Roma en la que la define como la que preside en la caridad. El apóstol San Pedro sirve a la Iglesia de Roma y a la vez ejerce un servicio de caridad y de unidad hacia toda la Iglesia universal. Así pues, esta definición querría expresar la actividad caritativa concreta de esta comunidad de Roma. Pero, ¿qué actividad de caridad ejerce la Iglesia de Roma hacia nuestra Iglesia de Urgell?
Nosotros, como Iglesia de Urgell, estamos injertados en la plena comunión apostólica gracias a la sucesión de los apóstoles que se han convertido en misioneros y han llevado la semilla del Evangelio hasta lo más lejos que podían conocer. Asimismo, en nuestras tierras ya en el siglo VI encontramos comunidades cristianas que han recibido la fe y viven en plena comunión con el sucesor del apóstol Pedro, el Papa.
En este comienzo del ministerio petrino del Santo Padre León XIV, estamos llamados hoy a orar por el Papa y por sus intenciones, y especialmente, como Iglesia diocesana, hoy en todas las celebraciones dominicales tendremos la ocasión de ayudar también a la caridad del Papa León XIV.
Si la Iglesia de Roma es la que nos preside en la caridad, eso significa que ayudar y colaborar en la misión del sucesor de Pedro es el fundamento de la unidad de la Iglesia. De hecho, Jesús en el Evangelio de hoy nos dirá: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
Somos la Ekklêsia griega, es decir, asamblea, comunidad del pueblo elegido que peregrina hacia la patria a la cual estamos llamados; somos el nuevo pueblo mesiánico que camina con esperanza, y somos testigos de comunión y de unión, con los apóstoles Pedro y Pablo y con toda la Ecclesia mater, el Pueblo de Dios.
Las columnas de nuestra Iglesia, que hoy celebramos litúrgicamente, nos recuerdan los fundamentos de nuestra Iglesia de Urgell; por eso rezamos y ayudamos al apóstol Pedro en la persona de León XIV, porque queremos crecer en comunión y en unidad para convertirnos en misioneros y apóstoles en nuestras tierras urgelitanas.
Con el mejor deseo de una feliz solemnidad de San Pedro y San Pablo en nuestras comunidades cristianas, de vuestro servidor,
✠ Josep-Lluís Serrano
Obispo de Urgell