Las reliquias de Sta. Bernardette veneradas en la Catedral (2)

El domingo 24 de noviembre, Solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, la Catedral de Sta. María de Urgell de La Seu de Urgell acogió con toda solemnidad la veneración de las reliquias de Santa Bernardette Soubirous.

Una gran cantidad de fieles fueron pasando desde primera hora de la mañana para venerar las reliquias que estuvieron durante todo el día en el templo catedralicio.

El acto central de la jornada fue la Misa solemne presidía por el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, y concelebrada por el Vicario General y Rector de la Parroquia y Consiliario de la Hospitalidad de Lourdes, Mn. Ignasi Navarri, así como por otros sacerdotes de la ciudad. En la Eucaristía participaron la Junta de la Hospitalidad diocesana de la Virgen de Lourdes y gran cantidad de fieles y devotos que llenaron el templo catedralicio.

En su homilía el Arzobispo Joan-Enric subrayó cómo la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo nos lleva a agradecer a aquellos santos y santas que nos enseñan a acoger el Reino de Dios. Este 2019 el Santuario de Lourdes inauguró un «Año Bernardette» para celebrar tres aniversarios: el 7 de enero que se cumplieron los 175 años del nacimiento de la santa; dos días después, su bautismo y el 16 de abril el 140 aniversario de su muerte. Este año tiene como lema «Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios». Con este motivo las reliquias de la Santa recorren 45 diócesis españolas, desde el día 1 de septiembre hasta Navidad. Mons. Vives quiso agradecer y mostrar la alegría de la Diócesis de Urgell por acogerlas en aquel domingo y el día anterior en el Santuario-Basílica del Santo Cristo de Balaguer. Las reliquias de Santa Bernaderta, explicó el Arzobispo, nos ayudan a renovar entre los cristianos la confianza en Dios, la proximidad a la Virgen y el recuerdo y veneración hacia esta gran mujer. En Lourdes, en la cueva de Massabielle, donde María Inmaculada se apareció a Sta. Bernadeta dieciocho veces desde el 11 de febrero al 16 de julio de 1858 y la llamó a vivir las Bienaventuranzas de Jesús y a difundir un mensaje de conversión a Dios, de amor a la Iglesia, así como de santificación de la vida sencilla y de servicio a los enfermos y los que sufren en el cuerpo o en el espíritu.

Mons. Vives remarcó cómo la santa vivió pobremente, en una familia bastante desgraciada, recibió las apariciones de María y después de unos años abrazó la vida religiosa en Nevers. Era raquítica y poca cosa, y el asma le acompañó toda la vida. No tenía grandes cualidades humanas y murió, tras sufrir mucho, a sus 35 años. La santidad de Bernardita queda «secreta»: sin obras, ni escritos, ni éxitos humanos… Es la santidad pobre, de la «sencillez» y la simplicidad. Ella, ya religiosa en Nevers, escribe una oración de «pobre mendigo» donde se abandona a Jesús, María y la Cruz, que el Arzobispo rezó con todo el pueblo fiel después de la comunión.

Después de la Eucaristía, tuvo lugar una bonita procesión por el templo Catedralicio mientras todos cantaban con devoción el Ave de Lourdes. En finalizarla se veneraron las reliquias con mucha devoción.

Por la tarde tuvo lugar el rezo del Santo Rosario y por la noche la Misa Capitular tras la que los fieles pudieran nuevamente acercarse a venerar las reliquias de la santa.

Está previsto que el lunes 25 de noviembre las reliquias se puedan venerar en el Hogar de San José de La Seu d’Urgell donde el Sr. Arzobispo presidirá la Eucaristía con las Religiosas de los Ancianos Desamparados y los ancianos y enfermos que forman el Hogar.

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