Queridos diocesanos,
querida Iglesia de Urgell,
queridos fieles de Escaldes-Engordany,
Os saludo a vosotros, los que, santificados por Dios y Salvador nuestro Jesucristo, habéis tenido la suerte de una fe tan preciosa como la nuestra. Que el conocimiento que tenéis de Dios y de Jesús, nuestro Señor, se desborde sobre vosotros en gracia y paz.
Con este saludo de la segunda carta de san Pedro, os dirijo estas letras al haber concluido la primera visita pastoral realizada como obispo diocesano a la parroquia de Escaldes-Engordany, en el Principado de Andorra.
Durante la visita pastoral a la parroquia, acompañado en todo momento por su rector, Mn. Antoni Elvira, y por Mn. Jaume Soy, hemos podido conocer de cerca las instituciones civiles, como la Casa Comunal, los Agentes de Circulación, la Policía, el edificio administrativo de Estadística, el Servicio de Inmigración de Andorra. También hemos visitado las diferentes escuelas: la andorrana, la española y la francesa, y el colegio Sagrada Familia. Así como compartir el ritmo pastoral de la parroquia: grupos de catequesis de niños y adolescentes, junta de Cáritas parroquial, catequistas, Consejo pastoral, reunión con los sacerdotes del arciprestazgo de los Valles de Andorra. También visitamos a nuestros mayores, en la residencia para la gente mayor Salita, y a los enfermos de la parroquia. Ha sido también una visita cultural, en la que ha habido tiempo para visitar diversas exposiciones en los museos, el archivo histórico y centros de interés cultural y social de la parroquia de Escaldes-Engordany.
La convivencia y la fraternidad como cristianos y ciudadanos son fundamentales para crecer en virtud y servicio a los hermanos. Doy gracias al Padre porque habéis mantenido el don de Dios, la fe, y no solo eso, sino que he visto una comunidad que quiere transmitir la fe a las generaciones que nos siguen, con sus retos y oportunidades. Os animo a continuar evangelizando en la parroquia con vuestra presencia serena, llena de amor y de servicio hacia los hermanos y los más desfavorecidos. La vocación cristiana que todos tenemos nos invita siempre a la formación: buscad espacios comunitarios de estudio y análisis de la situación social, económica y religiosa de la parroquia y de la sociedad en la que vivimos, e iluminadla desde el Evangelio.
Querida comunidad de Escaldes, tenéis un potencial de desarrollo muy importante que conviene aprovechar para hacer presente un mensaje que llevamos en vasijas de barro. Tened esperanza y fortaleza: el Espíritu Santo habita en vosotros. Avivad la llama de la fe y vividla en medio de la sociedad. No tengáis miedo: proponed la fe como una posibilidad de vida en plenitud y con una felicidad que nace del encuentro con la humanidad de Jesús de Nazaret.
He podido palpar vuestro compromiso social y también profético, como una lámpara en medio de la oscuridad. Iluminad y dad consuelo y esperanza en medio de tantas dificultades, como las familias que sufren. Gracias por vuestro testimonio acogedor y fraterno.
Para concluir, quisiera agradecer a Dios y a todos vosotros la acogida durante la visita pastoral. Os recuerdo en mi oración y os presento al Señor, de vuestro servidor,
✠ Josep-Lluís Serrano
Obispo de Urgell
