La Iglesia en las diócesis con sede en Cataluña moviliza 70 millones de euros anuales para atender las necesidades asistenciales y pastorales

La Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) ha presentado la memoria anual de las diócesis con sede en Catalunya, donde se hace balance de sus actividades sociales, educativas y espirituales a lo largo de 2023. La Memoria se edita anualmente, coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana que celebran todas las diócesis de la Conferencia Episcopal Española, la jornada por el sostenimiento de la Iglesia.

La Memoria recoge las principales cifras de la actividad que despliegan en todo el territorio las diez diócesis con sede en Catalunya. También incluye el resumen de los datos del movimiento económico de los diez obispados. Se ha editado un folleto que se está distribuyendo en las parroquias.

Del movimiento económico de los obispados destacan los 26,8 millones de euros destinados directamente a la atención a las personas a través de los servicios pastorales y asistenciales de las iglesias diocesanas. Representan el 19% del gasto anual de los obispados. En el balance debe sumarse el gasto anual de las entidades sociales de los obispados: 40,4 millones de las Cáritas diocesanas y 3 millones de Manos Unidas.

En total, la Iglesia diocesana con sede en Catalunya destina 70,1 millones de euros anuales para atender a las necesidades asistenciales y pastorales, una cifra a la que habría que sumar la actividad desplegada por las congregaciones religiosas presentes en el territorio. Estos recursos se han dedicado a proyectos concretos como comedores sociales, casas de acogida, residencias de personas mayores, centros para víctimas de violencia, entre otros.

Uno de los datos más relevantes es que en 2023 más de 877.000 personas han recibido ayuda en los distintos centros asistenciales gestionados por la Iglesia diocesana. Estos centros incluyen tanto atención sociosanitaria, como programas de acogida y acompañamiento a personas vulnerables. La acción caritativa y social de la Iglesia ha contado con el trabajo desinteresado de miles de voluntarios y agentes pastorales, fundamentales para realizar esta misión.

Por otra parte, la mitad de los recursos económicos que hacen posible esta labor de la Iglesia diocesana provienen de las aportaciones voluntarias de los fieles, que entregan 39,1 millones de euros directamente a los obispados y otros 30,8 millones a través de la Asignación Tributaria. Son recursos que, de forma querida, la ciudadanía destina al sostenimiento de la Iglesia para que continúe desarrollando su labor pastoral y asistencial.

El patrimonio de la Iglesia genera 19,9 millones de euros de ingresos anuales en los obispados, un 14% del total. Pero el gasto por la conservación y mantenimiento de estos edificios es más del doble, 48 millones anuales. Es el coste de mantener abiertas las parroquias y servicios diocesanos en todo el territorio y al servicio de toda la sociedad.

El 30% de los gastos de los obispados se dedican a la retribución del clero y de los laicos que llevan a cabo la misión pastoral y asistencial de la Iglesia. Junto con los voluntarios, se estima en 3.591.069 el total de horas que dedican sacerdotes, voluntarios y seglares a la actividad pastoral.

Otros datos que ofrece la memoria es que hoy en nuestro territorio hay 1.313 presbíteros, 159 diáconos permanentes, 60 seminaristas, 498 monjes y monjas de clausura, 3.773 religiosos y religiosas y 26 misioneros. También hay 4.097 catequistas, 6.052 profesores de religión, 2.524 voluntarios y agentes de pastoral de la salud, y 11.123 voluntarios de Cáritas y 439 de Manos Unidas.

En el ámbito sacramental, en un año en las diócesis con sede en Catalunya se han celebrado 12.835 bautismos, 9.651 primeras comuniones, 4.981 confirmaciones, 2.798 matrimonios, 4.242 unciones de los enfermos y se han administrado 20.886 comuniones.

La memoria concluye con un llamamiento a la colaboración de los fieles y la sociedad para mantener viva esta misión. El presidente de la CET y arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas afirma que la memoria nos permite conocer la realidad de la Iglesia: «No sabemos cuántos buenos samaritanos hay entre nosotros, pero sí el número de centros asistenciales y de personas atendidas». Y el vicepresidente de la CET y arzobispo de Barcelona, ​​cardenal Joan Josep Omella, recuerda que «la solidaridad, la fraternidad y la misión han sido desde siempre directrices que han marcado el camino de la Iglesia y, por tanto, de las nuestras diócesis».

Los datos de la memoria y los testimonios personales que recoge muestran cómo las diez diócesis con sede en Catalunya siguen trabajando con el objetivo de acompañar, servir y transformar a la sociedad a través de su acción pastoral, educativa y caritativa.

La campaña de este año, para ajustar cuentas de lo que aporta la Iglesia a la sociedad de todo el estado español, lleva como lema «¿Y si lo que buscas está en tu interior?». Es lo que se hace cada año coincidiendo con el Día de la Iglesia Diocesana que se celebra el domingo 10 de noviembre.

 

Ésta es la memoria anual de nuestra diócesis de Urgell:

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