Hoy, oremos por los fieles difuntos

Coincide en este domingo la Conmemoración de todos los fieles difuntos, en la cual recordaremos y oraremos por todos los que nos han precedido en la fe en Cristo y duermen en la esperanza de la resurrección. Nosotros, participando en la Eucaristía dominical y orando por todos los fieles difuntos —conocidos y desconocidos—, nos unimos al misterio redentor de Cristo en su Iglesia por todo el mundo.

En este domingo, recordamos que la celebración de los fieles difuntos forma parte de las llamadas obras de misericordia, que aprendemos en el Catecismo de la Iglesia Católica, concretamente las obras de misericordia espirituales:

  1. Enseñar al que no sabe.
  2. Dar buen consejo al que lo necesita.
  3. Corregir al que yerra.
  4. Perdonar las injurias por amor a Dios.
  5. Consolar al triste y desconsolado.
  6. Sufrir con paciencia las flaquezas y molestias del prójimo.
  7. Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.

Os invito a vivir las obras de misericordia y a hacerlas nuestras, en los distintos momentos y circunstancias. En este mes de noviembre, dedicado a orar por los difuntos, podemos ejercitarnos en esta obra de misericordia espiritual y rezar a Dios por los vivos y por los difuntos.

La intercesión es una de las muchas formas de oración. El Catecismo dice: «Interceder, pedir en favor de otro, es […] lo propio de un corazón entregado a la misericordia de Dios» (n. 2635).

En un pequeño libro, un gran teólogo alemán del siglo pasado, el P. Karl Rahner, s.j., propuso diversas meditaciones breves y profundas. Una de ellas se titula Dios de mis muertos. Aquellos a quienes cada uno de nosotros amó durante la vida no pueden ser prisioneros de la tierra y del olvido, ni se les puede negar la relación con Dios. Nuestros difuntos continúan hablándonos y contándonos historias. Y, cuando los recordamos, nos hablan de un “Amoroso Señor de la vida”.

En este mes de noviembre celebramos la Eucaristía por los fieles difuntos. Hacer memoria de los difuntos nos ayudará a agradecer lo que tuvimos y a peregrinar por la vida, dentro de la lógica de la esperanza de la resurrección.

Saboreemos el misterio de Dios y seremos cada vez más atraídos por su belleza, y nuestra vida será plena como la del Resucitado que habita en nosotros, y llenará la cantimplora de nuestra vida con ese deseo de trascendencia y plenitud que buscamos desesperadamente.

Con la confianza de que nuestra oración será escuchada en Cristo muerto y resucitado, oremos por nuestros difuntos, de Vuestro servidor,

✠ Josep-Lluís Serrano
Obispo de Urgell

Compartir
«Germanor»: una espiritualidad de la puerta abierta
d’Amic i Amat
«Germanor»: una espiritualidad de la puerta abierta
Más de 22.000 parroquias al servicio de toda la sociedad, más de 4 millones de personas atendidas en centros asistenciales, más de 40 millones de horas dedicadas por sacerdotes, voluntarios y laicos, más de 10.000 misioneros en los cinco continentes. Hoy celebramos
next arrow
previous arrow

Últimas Noticias

Agenda