El viernes 26 de octubre el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, presidió la Misa de la fiesta del Patrón del Colegio Sant Ermengol de Andorra la Vella (Principado de Andorra), a la que asistieron los 380 alumnos de ESO y Bachillerato de la Escuela. Después tuvo lugar una celebración de la Palabra con los alumnos de Primaria e Infantil, que presidió Mn. Antoni Elvira, Vicario episcopal de pastoral y Rector de Encamp.
La Eucaristía fue concelebrada por Mn. Josep Chisvert, Rector de la Parroquia de Sant Julià de Lòria y presbítero que colabora pastoralmente en el colegio junto con Mn. Antoni Elvira. En su homilía dirigida especialmente a los jóvenes, el Arzobispo Vives glosó someramente la vida de San Ermengol, que el Obispado de Urgell tiene como Patrón secundario y que el Colegio tiene como insigne protector. Destacó cómo fue un sacerdote primero y luego Obispo que se preocupó por los demás: fundando una comunidad para que los curas vivieran en fraternidad y, posteriormente, construyendo puentes y carreteras para que los pueblos del Pirineo y su gente pudieran estar bien comunicados. Así sirvió al pueblo de Dios hasta su muerte, precisamente cuando dirigía las obras de construcción de un puente para comunicar La Seu de Urgell y Cerdanya, en el lugar llamado El Pont de Bar.
Mons. Vives animó a los jóvenes a no ser autorreferenciales y egoístas, y velar por no estar siempre pendientes del propio yo y de la propia imagen siendo siempre el centro. Exhortó a los jóvenes a no buscar el protagonismo y puso como ejemplo la imagen de las personas que haciendo una fotografía están más preocupadas por salir ellas que por captar lo que quieren fotografiar. En este sentido quiso poner como ejemplo Mn. Ramon Rossell, Rector de Canillo, que muchos jóvenes conocían por su vinculación a la casa de colonias de AINA, que siempre busca hacer fotografías pero nunca es el centro.
Finalmente el Copríncipe Episcopal animó a los jóvenes a sentirse orgullosos de ser andorranos y del Principado de Andorra porque precisamente aquella jornada habían llegado a Andorra dos familias de refugiados de Siria que gracias al corredor humanitario firmado entre el Principado de Andorra y la Comunidad cristianos de Sant’Egidio ha permitido la llegada al Principado de familias refugiadas que serán acogidas por el Gobierno y por las comunidades cristianas, con otras instituciones, con generosidad por parte de todos. El Arzobispo animó a los jóvenes a sentirse dichosos de este compromiso de acogida que es un pequeño paso para Andorra pero a la vez una gran muestra de genesosidad.
También recordó cómo gracias al esfuerzo y a la suma de personas se pueden hacer grandes cosas como después de la Eucaristía realizarían los alumnos del Colegio al hacer un lipdub para mostrar entre todos la vida de la Escuela a partir de la suma de los diferentes alumnos, profesores y personal trabajador.
Después de la Eucaristía, Mons. Vives desayunó con los alumnos y compartió con ellos un buen rato de diálogo y convivencia.