El Arzobispo Joan-Enric Vives ha presidido la celebración de la solemnidad de Santiago, en la iglesia de la misión de La Seu d’Urgell, acompañado de Mn. David Codina y de Mn. Gabriel Casanovas, de los seminaristas y de los fieles que han querido celebrar la fiesta del patrón de todos los pueblos de España.
Remarcó en su homilía el valor de agradecer la fe recibida de los apóstoles, y de Santiago que según la tradición fue, con Pablo, el primero que sembró la fe en nuestro país, con tantas bellas tradiciones de su paso por Lleida hasta en Compostela, donde está su sepulcro que ha hecho nacer tantos caminos de peregrinación, uno de los cuales pasa por La Seu d’Urgell. Ha predicado la amistad íntima de Santiago con el Señor, con Pedro y Juan, que le hizo testimonio de su pasión y de su resurrección. Y después fue el primero en dar su vida para sellar su testimonio apostólico. Y pidió que sintiéramos la alegría de ser misioneros, evangelizadores de Cristo, no queriendo ser servidos, sino sirviendo y dando la propia vida por amor.
En muchos otros lugares de la Diócesis se celebró con gozo y solemnidad esta fiesta apostólica de fuerte arraigo en encuentros y devociones locales.
