Fiesta de la Virgen de Fátima en la Basílica de Meritxell

La comunidad portuguesa del Principado de Andorra con otros devotos participó muy activamente en la celebración de la Fiesta de la Virgen de Fátima en Meritxell el 12 de mayo por la noche. Presidido por el P. Albano Teixeira Fraga, sacerdote portugués, encargado de la atención a la comunidad portuguesa del Principado de Andorra, los fieles y los sacerdotes de los Valles de Andorra, con el Arcipreste de los Valles y el Capellán Custodio del Santuario Basílica, se reunieron a los pies de la carretera general que lleva al Santuario de la Virgen de Meritxell para rezar el Santo Rosario haciendo una procesión con antorchas, llevando la Sagrada Imagen de la Virgen de Fátima y con luces en las manos.

Llegados a la Basílica, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía, toda en lengua portuguesa, presidida por el Arzobispo y Copríncipe Joan-Enric y concelebrada por el Arcipreste de los Valles de Andorra, Mn. Ramon Sàrries; y por los Rectores de Canillo, Ordino, Encamp, Escaldes-Engordany y por el P. Albano.

En su homilía el Arzobispo subrayó cómo María le dijo que sí a Dios, y cómo nosotros debemos responder a su mensaje de oración, penitencia y reconciliación para obtener la paz y dar respuesta a los embates contra la fe y contra la paz. Lo que fue dicho a los santos niños pastorcillos en Cova da Leiria en 1917, sigue siendo un mensaje de misericordia para todos los tiempos. María le dice a Jesús en el Evangelio «no tienen vino», y sigue diciéndole nuestras necesidades, para que Cristo resucitado nos venga a salvar. El arzobispo denunció la violencia injusta de la guerra de Ucrania y de toda guerra, que es barbarie y sufrimiento, y pidió que María acompañe también hoy a los portugueses, andorranos y todos los pueblos del mundo por los caminos de la fraternidad y de la paz .

Al finalizar la celebración eucarística, los fieles quisieron agradecer la presencia del Arzobispo y le obsequiaron con unos productos propios de Portugal. La celebración terminó con la veneración de la Virgen de Fátima con profunda devoción y emoción por parte de los fieles.

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