Como decían los coordinadores de la Pastoral del centro, Xavier y Carme, el miércoles 7 de diciembre el colegio estaba de Fiesta Mayor, ya que celebraba la fiesta de la Purísima, que es la patrona de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, a quien pertenece la titularidad de la escuela. Un día que empezó con distintos momentos de espiritualidad dirigidas a toda la etapa de Primaria, también con la participación de los tutores y de Mn. Jaume Mayoral, Rector de Agramunt, que acompañó en la celebración. Los maestros tuvieron un recuerdo agradecido a las religiosas MIC, todavía presentes en la vida de la escuela agramuntina.
A primera hora fueron los alumnos de Ciclo Inicial quienes celebraron un momento de mirada agradecida a la Virgen María y a la liturgia de Adviento y Navidad. Un árbol de Navidad que fue adornado con las bolas navideñas que recogían los buenos deseos que los alumnos habían trabajado. A continuación se encendieron los dos cirios correspondientes de la corona de Adviento y que acompañaban la imagen de la Purísima, con el canto del Avemaria y un villancico dieron paso al grupo de los alumnos de 3º y 4º de Primaria.
El Ciclo Medio construyó un camino de huellas de buenas acciones que llevaban del árbol de Navidad hasta la Virgen; en cada huella, una acción transformadora para bien del mundo y de las personas, especialmente las más débiles y vulnerables. Después se construyó una torre con la frase «Caminando con María dejamos huellas de esperanza». La sencilla celebración acabó con la cantada compartida de un villancico.
Y los últimos en participar de este momento de espiritualidad mariana y navideña, fueron los alumnos mayores de la escuela, los de Ciclo Superior, con el acompañamiento de los tutores y los coordinadores de pastoral del centro hicieron una dinámica centrada en el silencio, como espacio para encontrarse interiormente y poder captar el momento religioso que vivían. Tras el silencio, las letras de la palabra Navidad hablaron a los alumnos para descubrirles otro sentido de la Navidad, en clave más espiritual y cristiana, algo lejos del consumismo y de una sociedad sin verdaderos valores, y también en relación con el lema que se trabaja en este curso que es “¡Vive! Deja tu huella”.
Al terminar, y como en toda buena fiesta mayor, los alumnos fueron obsequiados con un desayuno de fiesta mayor a base de torta y chocolate. La fiesta terminaría por la tarde con la proyección de una película animada con valores para todo el alumnado. La proyección tuvo lugar en el Foment Parroquial, espacio polivalente de la Parroquia agramuntina, utilizada para diferentes actividades del pueblo.
Fue un día muy especial para la Comunidad del Colegio Mare de Déu dels Socós, que vivieron con sentido gozoso, festivo y esperanzado, como marca el tiempo de Adviento y la misma fiesta de la Inmaculada.