Fiesta de la Hermandad de San Sebastián y voto de pueblo en La Seu d’Urgell

Como cada año, La Seu d’Urgell rememora el 20 de enero, festividad de San Sebastián, la fiesta grande de la Hermandad de San Sebastián, de socorro y ayudas mutuas, y el voto de pueblo de la ciudad protegida de la peste a través del santo. La Seu d’Urgelll, como muchas otras poblaciones catalanas, bajo los estragos de la peste a mediados del siglo XIX se puso bajo la advocación de San Sebastián, patrón que se invocaba para salvarse del cólera, al tiempo que fue germen de ayudas entre los trabajadores, agricultores y ganaderos.

La Hermandad de San Sebastián, que supera los 800 socios (la mayoría de ellos cabezas de familia), se llamaba históricamente «Asociación de Socorro Mutuo» y fue creada en 1855. Desde entonces ha ido ofreciendo, de manera ininterrumpida a sus asociados, los servicios y atenciones previstos por sus fundadores. Actualmente, la Hermandad impulsa diversas iniciativas culturales y ciudadanas, destacando la importante recuperación de las tradicionales ‘Caramelles’ de Pascua, con cerca de 100 cantores. También participa en la procesión de Viernes Santo, en la Tuna del Carnaval y en otras manifestaciones populares y folclóricas.

El domingo día 20 el Arzobispo de Urgell presidió el solemne Oficio a la Catedral acompañado por el Vicario general y Rector, Mn. Ignasi Navarri, del Canónigo Mn. Jordi Gasch y el Secretario general Mn. David Codina. Asistieron muchísimos miembros de la Hermandad encabezados por el Hermano Mayor, Sr. Ramon Viaplana y el Hermano Segundo, Clemente Miró, el Alcalde de la ciudad Ilmo. Sr. Albert Batalla, y el Presidente del Consejo Comarcal del Alt Urgell Ilmo. Sr. Jesús Fierro. Animaron los cantos la Coral «Veus de La Seu«.

En la homilía el Arzobispo remarcó tres aspectos centrales de la Epifanía que este domingo celebra: la manifestación a los creyentes de otras religiones y los hombres de cultura, la donación del Espíritu a todos los hijos e hijas de Dios por la santificación de las aguas en el bautismo de Jesús en el río Jordán, y el primer signo / milagro de Jesús, ayudando una familia en su nacimiento, poniendo vino nuevo de alegría y de amor en la sociedad, como milagro de lo que hoy tenemos que hacer. Pidió que la Hermandad sea fiel a su ideal de «hermandad» que es tan cristiano y que humaniza las relaciones de las personas, tan heridas por el individualismo y el materialismo.

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