Fiesta de la Asunción de la Virgen María

Hoy, día 15 de agosto, celebramos con mucha alegría la gran solemnidad de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma en el cielo. El misterio de la resurrección de su Hijo, que será la nuestra, ya se ha realizado plenamente en Aquella que Dios creó Inmaculada. Y por eso la Asunta es gloriosa promesa de lo que Dios quiere hacer en todos y cada uno de los hombres y mujeres. Fiesta grande de esperanza en toda la Iglesia y fiesta mayor en muchísimos de nuestros pueblos de Urgell, porque a todos protege a nuestra Madre del Cielo. La fiesta de Santa María nos lleva a dar gracias por tantos y tantos Santuarios de Nuestra Señora que hay en nuestro Obispado, todos ellos queridos: Núria y Meritxell, las patronas, y también las demás advocaciones fervorosas de Les Peces, Boscalt , La Trobada, Segars, Bell-lloc, Mijaran, Montgarri, Les Neus, Ribera, Valldeflors, Àneu, de la Posa, de Fa, Bellvís, Caregue, Ares, Salgar, Bellvià, del Puig, de l’Horta, Guardiola, Montalegre, Esplugues, Pla, Refet, Almatà y Miracle, Les Avellanes, Les Sogues, Socós, Sacristía, Urgell, Remei, Canòlich, Bastanist, Talló, y tantas otras advocaciones queridas. Por todas partes brilla la protección de la Virgen María, que quiere mostrar su aprecio por sus hijos, todos los hombres y mujeres de esta tierra, y especialmente los más humildes, los pobres y todos los que sufren en el cuerpo y en el espíritu.
La Virgen María Asunta nos anima a “buscar lo que es de arriba, donde está Cristo… a poner el corazón en lo que es de arriba, no en lo que es de la tierra” (Col 3,1- 2). María siempre nos dirige hacia su Hijo y nos acerca suavemente a «la verdad» revelada en Cristo. Verdad sobre Dios, sobre uno mismo, sobre lo que tiene más valor, y que es lo único necesario…

Elevemos oraciones a María en estas fiestas de su Asunción, acerquémonos a alguno de sus santuarios con devoción filial, encendamos alguna lámpara en honor de nuestra Madre, que nos recuerde que Ella es nuestra luz en el camino de la vida, y sobre todo, amemos como Ella, con compromiso y humildad. Y pidámosle que por su intercesión cese la actual pandemia que tanto dolor y sufrimiento causa.

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