Eucaristía en la Escuela «Regina Carmeli» de Rubí

El sábado 7 de septiembre, el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives, presidió la Eucaristía en la Escuela «Regina Carmeli» de Rubí, invitado por las Hermanas Carmelitas de San José, dentro de la cual tuvo lugar la acción de gracias por los 25 años de profesión religiosa de la Hna. Melchora Quintana, Directora y Titular de la Escuela, la profesión perpetua de la que, Mons. Vives había presidido hace más de veinte años en Barcelona.

Asistieron a la Eucaristía la Superiora general del Instituto, Rvma. M. Ascensión Ortega, así como Hermanas del Instituto, los familiares de la Hna. Melchora y una gran cantidad de profesores, alumnos y ex alumnos, con trabajadores de la Escuela que quisieron acompañarla con su oración y acción de gracias en este día de tanta alegría para todo el Instituto religioso.

En su homilía el Arzobispo Vives subrayó como en la vocación de Jeremías se descubre la llamada de Dios que capacita a la persona para superar sus miedos y limitaciones personales y la prepara para la misión, que comportará contradicciones y sufrimiento. Y que lo que hacemos a los pequeños es el protocolo del juicio de Dios, el amor misericordioso a semejanza del Padre celestial. Una religiosa es una persona que ha escuchado la llamada de Dios y que se ha consagrado en los votos de castidad, pobreza y obediencia según el carisma propio del Instituto de Hermanas Carmelitas de San José y que, con la gracia y la ayuda de Dios, se ha ido dando a los hermanos. Mons. Vives destacó como en celebrar los 25 años de la profesión religiosa de una Hermana los fieles han de agradecer y valorar la vida consagrada en el seno de la Iglesia. Destacó la frase elegida por la Hna. Melchora en su recordatorio de la fiesta: «No sé hacia dónde Dios me lleva, pero sé que Él me guía» de Sta. Edith Stein que confió plenamente en la providencia de Dios incluso en los momentos más duros de su vida como su muerte martirial en el campo de concentración en Auschwitz. Finalmente destacó cómo el amor a la Virgen y a San José tan propio del carisma del Instituto (Carmelitas de San José) deberían ser dos distintivos que ayudaran a la Hna. Melchora en su entrega generosa.

Terminada la homilía tuvo lugar el acto de renovación de su entrega de entrega a Dios con los votos, por parte de la Hna. Melchora y un pequeño refrigerio de hermandad y de fiesta en los patios de la Escuela.

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