Encuentro de Vida Consagrada en el Monasterio de Montserrat con motivo del Milenario

El sábado 15 de marzo, la abadía de Montserrat se llenó de religiosos y religiosas de los obispados de Cataluña. 620 personas de vida consagrada, convocadas por la Unión de Religiosos de Cataluña, se reunieron en el monasterio con motivo del Milenario. Del Obispado de Urgell estuvieron presentes 19 religiosos y religiosas: 3 Hermanos maristas, 3 hermanos franciscanos de Cruz Blanca, 2 Carmelitas de San José, 2 hermanitas de los ancianos desamparados, 2 hijas de Cristo Rey, 5 Hermanas de la Sagrada familia de Urgell y 2 vírgenes consagradas,con Mn. Joan Pujol, Delegado para la vida consagrada.

La jornada empezó con un saludo inicial por parte de Susana Garcia, presidenta de la Unión de Religiosos de Cataluña (URC), quien destacó la importancia de Montserrat como punto de encuentro para la vida consagrada.

La misa conventual fue presidida por el obispo de Vic, Romà Casanova, quien en su homilía recordó a los asistentes la importancia de la misión cristiana en el contexto actual: «La rutina diaria nos puede hacer olvidar una premisa esencial, que somos del Señor. La Moreneta nos acoge con mirada materna y nos ayuda a recordar que los votos de los consagrados son hoy un don para la humanidad». El obispo resaltó la variedad de carismas presentes en el encuentro y su valor para la sociedad: «En una sociedad donde reina el silencio de Dios, sois profecía y semilla, sois signo de esperanza con el rostro de Jesús». Mons. Casanova utilizó una imagen evocadora para describir el papel de la vida religiosa: «Sois como un almendro, un árbol que tiene prisa por florecer, un desbordamiento luminoso».

Tras la Eucaristía, los asistentes pudieron escuchar la reflexión del abad de Montserrat, Manel Gasch, quien subrayó la relevancia de Montserrat en la historia espiritual de Cataluña y su papel como punto de referencia: «Una de las cosas bonitas del Milenario es ver cómo la gente ama Montserrat, y hoy es otro ejemplo. Gasch destacó el simbolismo de la basílica, donde «hay un mosaico que representa a los monjes y otro en el que se representan a los peregrinos», haciendo un llamamiento a los religiosos a revivir la experiencia de peregrinación de los santos fundadores de sus congregaciones. Finalmente reflexionó sobre el significado de las palabras escogidas como lema de este milenario: Ora, lege, labora, rege te ipsum, in comunidade.

El encuentro sirvió para afianzar la identidad y la misión de los religiosos y religiosas en Cataluña, fortaleciendo los lazos entre las diversas congregaciones presentes. Con el Milenario de Montserrat como marco de referencia, los asistentes vivieron una jornada de hermandad y renovación espiritual, con el firme compromiso de seguir siendo «luz y testimonio» en la sociedad actual. Como clausura festiva compartieron juntos el almuerzo, obsequio del monasterio.

Fotos: Catalunya Religió

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