El sábado 19 de noviembre en La Seu d’Urgell tuvo lugar el encuentro “Ágora La Salle-Catalunya” que cada año agrupa a los diversos miembros de la familia lasaliana para compartir la vida y la misión. Cada curso una escuela La Salle del Sector de Catalunya acoge este encuentro. Este año fue La Salle de La Seu d’Urgell con el lema “Caminamos, Compartimos, Crecemos”.
Ágora es un espacio físico y espiritual donde los diversos miembros que forman la comunidad educativa La Salle se forman y comparten la fe desde una opción de vocación bajo el paraguas de un mismo carisma fundacional el de San Juan Bautista de la Salle. Educadores de la red de obras y comunidades de La Salle Catalunya se sintieron convocados en La Salle La Seu d’Urgell con el propósito de seguir caminando, compartiendo y creciendo juntos.
El acto central de la Jornada fue la celebración de la Eucaristía en la Catedral presidida por el Arzobispo Joan-Enric y concelebrada por el Rector de la Parroquia y Vicario General, Mn. Ignasi Navarri, el Secretario general Mn. David Codina y el diácono Mn. Antoni Serra. En su homilía Mons. Vives animó a los educadores a mantener vivo el carisma fundacional de San Juan Bautista de la Salle, la educación de los niños y jóvenes, que son presencia del propio Jesús. El Arzobispo animó a los educadores y miembros del Ágora La Salle a ser testigos de Jesús con valentía como lo fueron los primeros cristianos. Las lecturas de la Palabra de Dios escogidas y proclamadas (Ap 12,10-12a) animaban al testimonio, ya que “no amaron tanto la vida que les diera miedo a la muerte”. En este sentido explicó que hay que dar la vida a pesar de las dificultades en la labor de educación de los jóvenes y niños, especialmente quienes están en situaciones más complicadas, sin dejar a nadie al margen y atendiendo especialmente a los más vulnerables y los últimos. El Evangelio de Juan (15,1-8) recordaba que sólo podemos hacer esto si estamos unidos a Jesús ya que “vosotros no podéis dar fruto si no estáis en mí. Yo soy la cepa, y vosotros, los sarmientos. Quien está en mí y yo en él da mucho fruto, porque sin mí, no podríais hacer nada”. Debemos nutrirnos de Jesús, de la Eucaristía, de la Palabra de Dios, para poder perseverar en la labor de la educación cristiana según el carisma de San Juan Bautista, venciendo las dificultades con esperanza y perseverancia.
Una comida de hermandad concluyó la matinal formativa y celebrativa que tuvo otros actos como un descubrimiento de la ciudad de La Seu d’Urgell, “jugar y descubrir”, y una actividad formativa “somos la familia lasaliana”.