Empieza el XXV Capítulo general de las Hnas. de la Sda. Familia de Urgell

En la Casa Madre de La Seu d’Urgell, donde se encuentra el sepulcro de la beata Ana Mª Janer, el Instituto de las Hermanas de la Sagrada Familia de Urgell fundadas en 1859, celebrará su XXV Capítulo general, de los días 10 al 25 de julio de 2022. Lo han ido preparando desde hace meses y ahora las Monjas elegidas como capitulares, tendrán sus deliberaciones sobre su carisma, los desafíos pastorales y los discernimientos necesarios para secundar lo que el Espíritu les quiera ir indicando, así como las personas más aptas y preparadas para llevarlo a cabo, ya que elegirán nueva Superiora general y nuevo Consejo general. El lema de este Capítulo es: «Vida, para una fraternidad sin fronteras».

Las elegidas para el Capítulo provienen de los 11 países donde están arraigadas con sus misiones educativa y sanitaria, y llevando a cabo un trabajo generoso, misionero y eficaz para con los niños y jóvenes, las familias, así como ancianos y enfermos, especialmente los más empobrecidos y vulnerables. La Eucaristía de inicio del Capítulo fue retransmitida por streaming y seguida por las religiosas y los laicos y familias de las comunidades de todo el mundo.

El domingo 10 de julio se inició el Capítulo con una solemne Eucaristía en la Capilla de la Residencia de la Sagrada Familia de La Seu d’Urgell, presidida por el arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, sucesor del obispo Josep Caixal, que tanto colaboró ​​en la Fundación, así como su inmediato sucesor el Cardenal Salvador Casañas.

En su homilía puso de relieve el valor sinodal que tenía el Capítulo que celebraban, y comentó el lema, remarcando que la vida que quieren acoger debe derramarse en fraternidad a todos los que tienen cerca, en respuesta a los nuevos requerimientos de la vida actual.

Expresó que las lecturas de aquel domingo XV de durante el año eran muy significativas para el Capítulo, ya que el Libro del Deuteronomio propone “escuchar la voz de Dios y convertirse al Señor”, y que esto no es complicado ni alejado, sino que “está cerca de nosotros, en el corazón y en los labios”. Recomendó no perder de vista durante todos los días del Capítulo la bella contemplación admirativa de la persona de Cristo de la Carta a los Colosenses, que Él es la imagen del Dios invisible, y que por Él y para Él, todo fue creado, y que es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, que la gobierna y defiende.

Sobre el Evangelio remarcó que Jesús es el Buen Samaritano, que derrama su aceite y su vino en nosotros, para que aprendamos a ser compasivos, para que actuemos con misericordia, y seamos abiertos y universales, siempre compasivos para con el prójimo, el marginado y el que otros han dejado de lado, pasando de largo. Invitó a vivir la cultura del cuidado del prójimo, como el Buen Samaritano, que lo pide también al hostelero. Ser hospitalarios, cuidadosos con los dolores del prójimo, y en Él, sirvió al Señor.

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