Los fieles peregrinos en el Santuario de Núria, y los curas del Valle de Ribes y del propio Santuario, crearon lazos de comunión en la visita que llevó a cabo, el 15 de marzo, Mons. Josep Lluís Serrano, Obispo Coadjutor de Urgell, que acompañó a Mons. Roman Walczak, Primer Consejero de la Nunciatura Apostólica para el Estado Español y para Andorra, de visita en la Diócesis. También asistió Mn. David Codina, Secretario General y Canciller de Urgell. Los recibieron Mn. Santiago Isaí Barrera, Administrador Parroquial de las parroquias del Valle, Mn. Josep Montoya, diácono adscrito, con su esposa Conxita, y Mn. Joan Perera, cura del Santuario.
Juntos visitaron el Santuario de la Virgen de Núria, Patrona del Obispado de Urgell, con un paisaje completamente nevado, en un día plácido de sol montañoso, así como también la Ermita de San Gil y las instalaciones diversas del sitio; visita que culminó con la concelebración de la Eucaristía, con un grupo de fieles. En la homilía Mons. Serrano alabó las excelencias de la devoción mariana en la vida cristiana, en los santuarios donde se disfruta especialmente de la intercesión de la Virgen. Una comida de hermandad concluyó la visita, aunque Mons. Serrano se quedó en Núria, donde compartió rosario y rezo de Vísperas con fieles y ministros ordenados presentes.
Al día siguiente, domingo, Mons. Serrano, acompañado de Mn. Montoya y su esposa, visitó las parroquias de Queralbs y de Planoles, donde presidió sendas celebraciones eucarísticas y saludó sin prisas a los feligreses y autoridades. También en Ribes de Freser presidió una solemne Eucaristía en la iglesia parroquial, acompañado también de Mn. Barrera, después de la cual hubo un tentempié ofrecido por la Parroquia a los presentes. Mons Serrano saludó a la alcaldesa de Ribes, Sra. Mònica Sanjaume, y los fieles reunidos, y conoció de primera mano los proyectos y anhelos de los parroquianos.
La visita finalizó con una comida de hermandad con los ministros ordenados y esposa en Ribes de Freser. Una ocasión privilegiada para el conocimiento mutuo y para consolidar lazos de comunión y amistad con el Obispo Coadjutor.