El Copríncipe visita a los Cónsules de Ordino

El Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, concluyó las visitas que ha realizado estos días a los Cónsules de las siete parroquias de Andorra el viernes 17 de julio con la visita a los Cónsules de Ordino. A su llegada al Común fue recibido por los Cónsules Mayor y Menor de Ordino, Hbles. Sres. José Ángel Mortés y Eva Choy.

Después mantuvieron una reunión en el despacho oficial del Cónsul Mayor, en la que explicaron las diferentes acciones que se han llevado a cabo durante estos meses de la pandemia e intercambiaron impresiones.

Tras la reunión, Mons. Vives y el Cónsul Mayor destacaron la generosidad de la gente joven de la parroquia que se ofrecieron a ayudar a las personas mayores para cualquier necesidad que tuvieran. Mons. Vives, además, consideró en declaraciones posteriores a la prensa que «es muy bonito que entre las generaciones se dé esta buena interrelación». Además, durante el encuentro, el Copríncipe fue informado del trabajo conjunto que desde la mayoría comunal se hace con la oposición y con todos los representantes del común. «Para mí es un placer poder ver que el país tiene confianza en las instituciones y que éstas funcionan bien».

En la misma línea, tras concluir su visita a todos los Cónsules, el Copríncipe subrayó la buena valoración que hacen todos los Comunes de las instituciones del país, entre ellas, también la de Coprincipado, ya que todos van a la una. «Cada uno hace lo que tiene que hacer porque esto es lo que provoca que el engranaje del conjunto del Estado funcione bien», manifestó Mons. Vives quien añadió que esta idea se ha de transmitir a las generaciones más jóvenes y a los que acaban de llegar al país. También destacó la tarea de los comunes y su importancia en el País porque es donde la ciudadanía recurre primeramente. «En todos los comunes he encontrado una muy buena salud de respuesta hacia la ciudadanía en estos momentos de pandemia».

También el Copríncipe subrayó que cada Común ha intentado trabajar para resolver sus necesidades, ya sean de la tercera edad, de la gente joven, los temporeros o con las gestiones para el buen funcionalmiento de los ‘stop labs’. Finalmente, el Arzobispo quiso agradecer que las iglesias se mantuvieran abiertas para que todo el que quisiera, pudiera expresar su fe, y añadió que en estos momentos es cuando hay que velar por los colectivos que son vulnerables, como la gente mayor, los jóvenes o aquellos colectivos con enfermedades o discapacidades, a los que se les hace mucho más complicado un confinamiento.


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