El colegio Mare de Déu dels Socós celebró la eucaristía de inicio de curso el viernes 3 de octubre. Los alumnos de los tres ciclos de Primaria, acompañados de sus maestros, participaron en una celebración que tuvo lugar en la sala polivalente del centro. El hilo conductor fue el lema de este año de los centros educativos de las Misioneras de la Inmaculada Concepción: “Cuidemos Amando”. La liturgia fue animada por el Equipo de Pastoral del colegio y presidida por Mn. Jaume Mayoral, Rector de Agramunt, continuando así una buena tradición de colaboración entre la escuela y la parroquia agramuntina.
El primer gesto simbólico consistió en llenar una regadera con gotas de papel llenas de acciones que expresaban cómo cuidar a los demás amando. Poco a poco, los alumnos la fueron llenando con un agua que quería regar de buenas acciones la escuela, Agramunt y el mundo.
En la eucaristía se reflexionó y oró con el relato evangélico del “Buen Samaritano”, un buen ejemplo bíblico que ayuda a comprender, en clave cristiana y humana, qué quiere decir y cómo debemos amar y cuidar de los demás. Los niños, desde los más pequeños hasta los más grandes, tuvieron que descubrir cuál de los tres personajes de la parábola había sabido amar de verdad y, al mismo tiempo, reflexionaron sobre aquellas actitudes que nos alejan de la amistad y el bien. También se les recordó que vivimos un Año Jubilar, que nos invita a vivir y confiar en la esperanza de un mundo mejor, cuidado y amado por todos, siempre con una alegre sonrisa.
El gesto de la paz quiso tener un recuerdo por las víctimas de las guerras, sobre todo por los niños que sufren sus consecuencias en todo el mundo. Una cadena formada por los niños, niñas y sus maestros transmitió desde Agramunt hacia el mundo un signo de esperanza y paz, representado en una paloma que se fue moviendo por la sala con la ayuda comprometida de la comunidad educativa.
Al terminar, y antes de volver a las aulas, se cantó la canción “Convivir juntos”, que este curso 2025-2026 acompañará muchos momentos de la vida de la escuela. Nos quedamos con una de las estrofas, que quiere ser un deseo y una propuesta abierta para todos: “Cuidad amándonos, ¡oh!, abre tu corazón. Juntos hacemos una mezcla eterna de afecto y paz.”










