El Arzobispo de Urgell participa en las Canonizaciones de Roma y saluda al Santo Padre

El domingo 14 de octubre, el Papa Francisco canonizó 7 nuevos santos en San Pedro del Vaticano: Pablo VI. papa; Oscar Arnulfo Romero, obispo y mártir; Nazària Ignàsia de Sta. Teresa de Jesús March, fundadora y primera santa boliviana; Francisco Spinelli, presbítero diocesano; Vincenzo Romano, fundador; Maria Caterina Kasper, fundadora; y Nunzio Sulprizio, un joven de 19 años.Concelebró el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives.

Ante una multitud muy grande de fieles venidos de todo el mundo, con la presencia de los participantes en el Sínodo de los jóvenes, y con cientos de cardenales y obispos, el Papa Francisco declaró la santidad de estos siete beatos, y los inscribió en el catálogo de los santos. Era grande la significación de esta fecha que unía la canonización del Papa Pablo VI. continuador del Concilio Vaticano II y del postconcilio, alma de la evangelización y viajero infatigable en los cinco continentes, con la canonización del arzobispo mártir de San Salvador, en El Salvador, Mons. Oscar Arnulfo Romero, mártir del magisterio social de la Iglesia y entregado a los pobres y la dignidad de las personas, frente a los poderosos que no aceptaron su compromiso y lo asesinaron en 1980 mientras celebraba la misa. Su lema episcopal era: «Sentire cum Ecclesia«, sentir con la Iglesia.

El arzobispo Joan Enric participó el sábado 13 a las Vísperas en rito ambrosiano que las Diócesis de Milán y Brescia celebraron en la Basílica romana de los doce Apóstoles, presididas por el arzobispo Delpini, y por la noche fue invitado a la cena en la Embajada Española ante la Santa Sede, que presidió la Reina Sofía, con el Ministro de Cultura y el Embajador español. Al día siguiente participó en la solemne concelebración presidida por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, y el lunes 15 a la misa de acción de gracias en el Aula Pablo VI, por la canonización del arzobispo Romero, presidida por quien fue colaborador suyo y obispo auxiliar así como gran biógrafo, el Cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, con todo el episcopado salvadoreño, con otros obispos de América Latina presentes, y el Secretario de la Conferencia Episcopal Española, donde estaban presentes muchos grupos de los Comités Oscar Romero de Cataluña.

Mons. Vives destacó la experiencia tan gozosa de Iglesia universal y de reconocimiento de las virtudes y ejemplaridad de los nuevos santos, que nos ayudan en el camino de nuestra fidelidad evangélica y del servicio pastoral, en el compromiso por una Iglesia servidora y pobre, comprometida en la evangelización. Una Iglesia que muestra sus mejores hijos en esta canonización, y que se ve llena y ungida por el Espíritu Santo que la guía, la ayuda y la renueva constantemente en la santidad y el amor. Y declaró que para él estos dos grandes pastores que encarnan a la perfección la figura del pastor diseñada por el Concilio Vaticano II, la animan a seguir adelante como obispo por el camino de la sencillez evangélica y el coraje para sembrar el Evangelio sin miedo y con toda fidelidad a la Iglesia.

Después de la misa de acción de gracias en el aula Pablo VI, el lunes día 15 al mediodía, el Arzobispo Joan-Enric saludó personalmente al Papa Francisco que había venido al encuentro de los numerosos peregrinos de El Salvador, y de América Latina concediéndoles una audiencia especial con un discurso muy personal suyo.

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