Confirmaciones i Fiesta Mayor en Ribes de Freser

Con motivo de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, el Arzobispo de Urgell visitó Ribes de Freser, y antes el Santuario de Núria y la Parroquia de Queralbs, para presidir las celebraciones de la Eucaristía. La parroquia de Ribes de Freser celebra el 15 de agosto su fiesta titular y la gozosa fiesta mayor anual.

A su llegada a la iglesia de Ribes, el Arzobispo fue recibido por el Administrador parroquial, el sacerdote colombiano realizando estudios Mn. Jorge A. Moncayo, y por la Ilma. Sra. Mònica Sanjaume, acompañada por otros Concejales del Ayuntamiento. En la celebración eucarística administró el sacramento de la Confirmación a dos chicas, Sofía e Isabel, y dio la primera comunión a un hermanito, Facundo, a los que saludó con sus familias al llegar al templo.

En su homilía glosó el gozo de la luz que irradia a la Virgen María Assumpta, «vestida de sol y con la luna bajo los pies, que lleva una corona de doce estrellas», y que vence al dragón que la quiere atacar. María es Madre de la Iglesia y abogada en la lucha contra los dragones de este mundo, todo lo que impide la realización del Reino de Dios en la tierra. Pidió que los fieles siempre invoquen a la Virgen «en todas sus necesidades» según el texto tan antiguo de la primera oración digida a la Virgen María: «bajo tu protección nos refugiamos, oh Santa Madre de Dios…». Y hizo una reflexión de la oración del Magnificat, que cada día, en el rezo de Vísperas, reza toda la Iglesia: oración de glorificación, de servicio y de compromiso por los pobres.

Animó a vivir la fiesta mayor, como fiesta cristiana, y explicó cómo todos los Países catalanes, han celebrado siempre mucho la dormición de María, o la Virgen dormida, que inspira el Misterio de Elche, muestra grandiosa del teatro medieval que de siempre se ha representado en esa ciudad del País Valenciano.

La fiesta mayor del pueblo debe servir para estrechar los lazos de fraternidad y de ayuda mutua, de servicio al bien común por parte de las autoridades y de responsabilidad personal de todos los ciudadanos, para conseguir un pueblo de hermanos que se aman y una ciudad justa y en paz.

Recordó a todos aquellos que estaban sufriendo los graves incendios y pidió oraciones por la lluvia y para que no se olviden las personas damnificadas por las desgracias de este verano.

Animó a las dos chicas que se confirmaban y al jovencito que recibía la primera comunión a perseverar en su fe, porque les haría fuertes y muy felices toda su vida, y aprovechó para agradecer a la comunidad cristiana la acogida que han dado al P Jorge A. Moncayo durante todo este año en el que ha servido la Parroquia con gran dedicación.

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