Confirmaciones en Sort (Pallars Sobirà)

El Arzobispo Joan-Enric administró el sacramento de la Confirmación a 5 jóvenes de la Parroquia de Sant Feliu de Sort, el domingo 9 de octubre. Estaba acompañado por el Rector y Arcipreste Mn. Juan Pablo Esteban.

Les predicó a partir de la Palabra proclamada aquel domingo XXVIII durante el año. «Jesucristo ha resucitado de entre los muertos», está vivo y quiere que vivamos por Él. Éste es el núcleo principal de la Buena Nueva que predica la Iglesia y que los nuevos confirmandos están urgidos a predicar y a testimoniar, como afirma San Pablo a Timoteo. Todo el vivir de la Iglesia es para anunciar esta noticia. Y con acción de gracias por haberla recibido y por haber creído.

En el día de la Confirmación, Dios les da el Espíritu Santo para que sean siempre testimonios valientes de su fe, a pesar de que nuestros tiempos no nos ahorran persecuciones ni sufrimientos. Pero Él estará siempre con nosotros, y dará eficacia a nuestra voz ya nuestros actos. En medio de dudas, porque la fe no excluye la duda, pero debemos dar testimonio de la verdad y del amor. Y se refirió a muchos lugares donde los cristianos viven la fe bajo persecución, y que es necesario imitar su coraje y su entrega.

Queda marcado, como tatuado, por el don del Espíritu que, como el aceite perfumado del crisma en la frente, penetra toda su vida. Él os hará valientes y serviciales, prudentes y fuertes en las pruebas. Llevad a todas partes el amor de Jesucristo.

Y sed agradecidos. Imitad a aquel leproso samaritano que no dudó en dar marcha atrás para ir a agradecer a Jesucristo el don de la curación. Cuesta ser agradecidos, parece como si todo el mundo tuviera que hacernos la vida fácil y ayudarnos. Que la virtud del agradecimiento sea un distintivo vuestro; agradecimiento a Dios que nos ha dado la vida y la fe; agradecimiento a las familias, a los buenos ejemplos recibidos, a la escuela, a las personas que nos han hecho lo que somos… La misa es el gran «agradecimiento» o «acción de gracias» por Jesucristo que nos da su Palabra, su Pan de vida, nos reúne y nos hace familia cristiana, para enviarnos a predicar y servir. Les exhortó a rezar mañana y noche, cada día, con agradecimiento al Señor.

Al final de la misa les regalaron un Nuevo Testamento y una estampa conmemorativa.

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