El domingo 26 de julio, en la iglesia de la Virgen Asunta de Ribes de Freser, el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, administró el sacramento de la Confirmación a 6 jóvenes de la Parroquia de Ribes de Freser y del Valle, en la Eucaristía dominical. Concelebraron con el Arzobispo Mn. Emili Villegas, que ese día iniciaba su ministerio como nuevo Rector de todas las Parroquias de la Vall de Ribes y Mn. David Codina, Secretario general y Canciller.
En su homilía el Arzobispo Joan-Enric glosó las lecturas proclamadas en aquel domingo. En la primera lectura (1R 3,5.7-12) Salomón pide a Dios «la gracia de saber escuchar, para que pueda hacer justicia al pueblo y discernir el bien del mal». Dios alabó que Salomón le hubiera pedido «no muchos años de vida, ni riqueza, ni la vida de los enemigos» sino discernimiento para poder escuchar y hacer justicia. El Arzobispo exhortó a los fieles a saber pedir a Dios esta «sabiduría» para ver qué es lo esencial de la vida que en esta pandemia se ha demostrado que es el amor, la familia, la fe, la solidaridad. En la fiesta de San Joaquín y Santa Ana recordó cómo los abuelos y abuelas deben ser valorados y queridos porque han ayudado a construir nuestra sociedad actual y nunca deben ser «descartados» por el hecho de no ser productivos. Finalmente quiso felicitar a los niños y jóvenes porque han demostrado un gran sentido de la solidaridad en esta pandemia, por su generosidad a la hora de vivir el confinamiento. Todo ello, subrayó Mons. Vives, es el «Reino de Dios», el «ser cristiano», las buenas obras que nos han de acompañar y que son la «perla fina» y «el tesoro escondido» por los que vale la pena renunciar a todo.
Al final de la Eucaristía Mons. Vives regaló a los jóvenes confirmandos un Nuevo Testamento y felicitó a Mn. Joaquim Cebrian en el día de su onomástica y aprovechó para anunciar a la comunidad que a partir de ahora se trasladaría a residir en el Seminario de La Seu de Urgell y ayudará el Obispado desde nuevas tareas de servicio.
