El jueves 3 de mayo el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, administró el sacramento de la Confirmación a 40 jóvenes y 2 adultos de la Parroquia de San Pedro mártir de Escaldes-Engordany, en Andorra.
A su llegada a la Parroquia, Mons. Vives fue recibido por la Cónsul Mayor de la Parroquia, Sra. Trini Marín, y por el Rector, Mn. Jaume Soy.
En la fiesta litúrgica de Santiagoy San Felipe, Apóstoles, el Arzobispo presidió la celebración eucarística acompañado del Rector de la Parroquia y del P. Joan Juncadella, S.D.B., antiguo colaborador de la Parroquia.
En su homilía el Arzobispo Joan-Enric recordó como por el Bautismo todos los hombres y mujeres somos hechos hijos de Dios y recibimos el Espíritu Santo y, como dicen nuestros hermanos de Oriente, somos divinizados, y somos hechos «templos del Espíritu Santo». Recordando el libro del autor de Antoine de Saint-Exupér, «El Principito», recordó como «lo esencial (lo más importante) es invisible a los ojos» y como los cristianos esto se traduce en el alma que, junto con nuestro cuerpo, forma el más importante de nuestra vida. Mons. Vives exhortó a los jóvenes a cuidar siempre esta alma, con la oración, la participación en los sacramentos -especialmente en la Eucaristía- y las obras de caridad. Por el Espíritu Santo que recibían en plenitud ese día, toda persona se convierte en un hijo / a de Dios con una dignidad inmensa, que nada ni nadie puede vindicar o maltratar. Por eso el Copríncipe exhortó a los jóvenes a rechazar cualquier tipo de maltrato, de bullying, o de agresión o falta de respeto hacia los hombres o las mujeres ya que todos somos hijos de Dios, no simplemente objetos. Finalmente los exhortó a ser apóstoles, testigos, como Santiago y San Felipe, en sus lugares de estudio y ambientes no renunciando nunca a la fe.
Al final de la Eucaristía el Copríncipe regaló a los jóvenes un Nuevo Testamento, obsequio de la Parroquia, recordando a los jóvenes como para aquel libro muchas personas aún hoy eran atacadas o asesinadas porque hay lugares donde no hay libertad religiosa. También animó a los jóvenes a leer cada día un trozo para que la Palabra de Dios te puede cambiar la vida como un día lo hizo con el mismo Sr. Arzobispo.
Tras la foto de hermandad con todos los confirmandos el Arzobispo pudo saludar a los catequistas de la Parroquia y agradecerles personalmente todo su trabajo durante todo el curso para hacer crecer la fe de los jóvenes.
