El día 7 de mayo el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra Mons. Joan-Enric Vives administró el sacramento de la Confirmación a 20 jóvenes de la Parroquia de St. Esteve de Andorra la Vella (Principado de Andorra). Concelebraron con él el Rector y Arcipreste, Mn. Ramon Sàrries y Mn. David Codina.
A su llegada a la Parroquia el Copríncipe fue recibido por el Cónsul Menor de la Parroquia David Astrié y por el Rector y Arcipreste Mn. Ramon Sàrries.
En su homilía el Arzobispo glosó las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en ese día. En el Evangelio Jesús Resucitado se aparece a los discípulos, y Tomás el Mellizo, uno de los doce, no está. Tomás se muestra incrédulo y ocho días más tarde, Jesús, se vuelve a aparecer y en esta ocasión Tomás está y Jesús le dice que ponga su mano en el costado del Señor. Ante esto Tomás responde con el famoso «Señor mío y Dios mío». Mons. Vives dijo que todos somos un poco «Tomás» porque a veces nos mostramos incrédulos y sin fe. Por eso animó a los jóvenes confirmandos a perseverar en la fe que habían recibido por el bautismo y a través de sus padres y padrinos y de la parroquia y no renunciar nunca, dando siempre testimonio de Jesús. Un testimonio que debía concretarse en la oración y la vida sacramental, el amor a los hermanos, el compromiso de vida, la lucha por un mundo mejor y más solidario y justo, y la donación por amor a Dios y a los hermanos .
Les catequizó sobre el Espíritu Santo que recibían en ese día por la imposición de manos del Obispo y les animó a vivir los dones del Espíritu Santo en su vida. Finalmente los exhortó a perseverar en el amor, ya que, citando a Blaise Pascal, el corazón tiene unas razones que la razón no entiende, tal y como ocurre con las cosas más importantes en la vida: el amor, la fe, la familia, etc.
Al final de la Misa la Parroquia regaló a los jóvenes confirmados una paloma de madera hecha en Tierra Santa y el Catecismo Jesús és el Senyor que habían estado trabajando en la catequesis.
