Confirmaciones 2ª celebración en la Catedral de La Seu d’Urgell

El sábado 26 de mayo por la noche, en la Catedral de Santa María de La Seu d’Urgell, el Arzobispo de Urgell administró el sacramento de la Confirmación a 11 jóvenes de la Parroquia, en la Eucaristía de la solemnidad de la Santísima Trinidad. Estaba acompañado del Rector de la Parroquia y Vicario General, Mn. Ignasi Navarri, de Mn. Jordi Miquel y de Mn. David Codina.

El Arzobispo predicando en la fiesta de la Santísima Trinidad explicó como por Jesús y por el Espíritu Santo tenemos acceso a Dios, a su intimidad, que se nos ha revelado como amor trinitario de personas. Exhortó a los jóvenes a ser siempre adoradores de la gloria de Dios, Trinidad Santa y Indivisa, buscar en toda circunstancia lo que más le gusta a Dios y servir sus hermanos, especialmente los pobres, tal como Dios los ama. Remarcó cómo San Agustín ya afirmaba que «nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti», y cómo, en medio de las inquietudes y preocupaciones de este mundo, lo más importante debe ser «devenir adoradores de Dios», ya que nuestra auténtica felicidad es amarlo y que Él nos ame. Sólo Dios puede calmar las ansias de felicidad y paz que todos los seres humanos tenemos y las otras cosas, por buenas que sean, no se pueden comparar con amar a Dios y ser amados por Él.

Citando a San Ignacio de Loyola recordó cómo en sus Ejercicios Espirituales, el Principio y Fundamento, subraya que «el hombre es creado para adorar, hacer reverencia y servir a Dios, Nuestro Señor, y, mediante esto, salvar su alma», y exhortó a los fieles a saber adorar a Dios de verdad con nuestra vida entera. Dirigiéndose a los jóvenes confirmandos les recordó cómo en ese día recibían la plenitud del Espíritu Santo que ya les fue dado en el bautismo cuando, precisamente, los bautizaron en el nombre de la Santísima Trinidad. Animó a los padrinos de los jóvenes a ser testigos firmes ante los confirmandos, y encomendó a las familias, a los catequistas y a la comunidad cristiana, que los sostengan y acompañen a lo largo de su vida.

Al final de la celebración el Arzobispo regaló a los jóvenes un Nuevo Testamento y les pidió que leyeran cada día un fragmento breve. Estos 11 jóvenes se añadieron a los 36 que ya habían recibido la confirmación el día de Pentecostés en la Catedral.

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