Comienza la Visita Pastoral a Canillo (Principado de Andorra)

El día 1 de noviembre, solemnidad litúrgica de Todos los Santos, el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, comenzó la Visita Pastoral a la Parroquia de Canillo (Principado de Andorra).

La Visita se inició en Soldeu donde a su llegada, Mons. Vives fue recibido por el Cónsul Mayor de la Parroquia, Hble. Sr. Josep Mandicó Calvó y por el Rector de la Parroquia, Mn. Ramon Rosell, así como por la Consejera General Mònica Bonell. En la iglesia de San Bartolomé tuvo lugar la Eucaristía solemne de Todos los Santos donde asistieron las Autoridades y un buen grupo de fieles de Soldeu. Al iniciarse la celebración eucarística, el Rector de Canillo, Mn. Ramon Rosell, dio la bienvenida al Arzobispo y Copríncipe destacando cómo la Visita Pastoral que iniciaba serviría para fortalecer los lazos de la comunión y amistad entre los fieles y el Pastor diocesano. A continuación, una feligresa de la Parroquia, declamó al Arzobispo una poesía que había declamado por primera vez cuando tenía dos años, a un precedessor suyo, en su también Visita Pastoral. El Copríncipe Episcopal quiso agradecer la calurosa acogida en Soldeu y subrayó cómo Canillo tiene el honor de ser la primera Parroquia en el orden protocolario de las Parroquias del Principado de Andorra y su Cónsul encabeza el orden protocolario de todos los Cónsules, y cómo esto tenía que llenar de alegría y satisfacción los canillencs porque representaban los mejores valores de lo que llamamos la andorranidad: el amor por el Pais y sus Instituciones, la lengua y cultura propia y el respeto a su idiosincrasia y tradiciones.

En su homilía el Arzobispo destacó cómo la Fiesta de Todos los Santos manifiesta que el Dios cristiano no es un Dios solipsista sino que es un Dios Trinidad que vive en comunión y en relación personal con Todos los Santos y Santas de Dios que lo acompañan en su Reino. Creó para tener amigos suyos felices. En la solemnidad de Todos los Santos celebramos a todas las personas, canonizadas o anónimas, que han vivido la santidad de vida, algunos de forma muy sencilla y anónima, los santos del rellano, como los llama el Papa Francisco, y que ahora viven para siempre con Dios y desde el cielo interceden por nosotros y nos acompañan a quienes estamos a la tierra.

Mons. Vives destacó cómo la Iglesia es una familia de familias y cómo todo cristiano católico siempre está en comunión con sus hermanos que un día recibieron el bautismo y, además, la fiesta de Todos los Santos, nos recuerda como tenemos otra familia: la de los santos, que desde el cielo, nos ayudan y orientan con su oración y intercesión para que sintamos su protección y no equivoquemos el camino de la vida. Por eso la fiesta de Todos los Santos llena a los cristianos de gozo y alegría porque sabemos que en el camino de la vida no estamos solos y tenemos una inmensa multitud de intercesores. Es el camino de la felicidad que Jesús nos enseña en las bienaventuranzas que parten del «felices los pobres en el Espíritu, de ellos es el Reino de los cielos» y que todas las demás bienaventuranzas explicitan.

Mons. Vives recordó cómo Mahatma Gandhi refiriéndose a este texto de las Bienaventuranzas decía que es la cumbre de la literatura, y sólo por este texto valía la pena abrazar la fe cristiana católica pero criticaba que los cristianos muchas veces no lo cumplían en su vida. Finalmente, el Arzobispo animó a los fieles a transmitir la fe a las generaciones más jóvenes dando testimonio personal.

Después de la Eucaristía en Soldeu los fieles se trasladaron hasta el cementerio donde tuvo lugar una oración por los difuntos que allí reposan, encomendándoles al Padre, rico en misericordia.

A continuación, la Visita Pastoral continuó con la celebración eucarística en la Parroquia de St. Serni de Canillo donde el Copríncipe Episcopal fue recibido por el Cónsul Menor de la Parroquia, Hble. Sr. David Palmitjavila y por los Consejeros de Común, Miquel Casal y Rafael Casal, a quien el Copríncipe pudo saludar antes de iniciarse la Eucaristía. Con la presencia de ellos y de otros fieles tuvo lugar la Misa de Todos los Santos donde al acabarse la celebración litúrgica Mn. Rosell pudo enseñar al Arzobispo la reciente restauración de una capilla lateral del templo con unas pinturas encontradas, así como las instalaciones de unos nuevos sanitarios en la entrada de la iglesia.

Posteriormente la Visita continuó con el desplazamiento del Copríncipe Episcopal al Santuario-Basílica de la Virgen de Meritxell, Patrona del Principado de Andorra y riqueza de Canillo, donde el Arzobispo presidió la celebración eucarística y al acabar pudo hablar personalmente con varios fieles que así se lo manifestaron.

Por la tarde en la Parroquia de St. Serni de Canillo tuvo lugar el Rezo del Santo Rosario comunitario por las almas de los Fieles Difuntos que acabó con una oración de recomendación por su eterno reposo en el cementerio de Canillo.

Seguidamente el Arzobispo se desplazó hasta el cementerio de Mereig donde tuvo lugar otra oración por los difuntos que allí reposan y por todos los fieles difuntos.

Finalmente, Mons. Vives concluyó las oraciones por los difuntos en el cementerio de la iglesia de St. Miquel de Prats donde pudo hablar con los vecinos y los animó en el camino de la fe.

Después el Copríncipe Episcopal se trasladó hasta la Plaza Montaup el centro de Canillo donde acompañado de los Cónsules de la Parroquia compartió la Castañada popular que anualmente el Común organiza y pudo saludar a los muchos canillencs que allí se habían congregado para compartir una tarde de castañas y moscatel.

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